Segundo juego de la excelente
Serie COIN de la casa estadounidense GMT.
Previamente ya reseñé a su antecesor (Andean
Abyss) y a su sucesor (A
Distant Plain) y poco más puedo añadir sobre lo mucho que me gusta esta
colección. A dichas reseñas os remito para que conozcáis cómo funcionan más o
menos los títulos de esta serie, que comparten las mismas mecánicas y
características. Se trata de juegos con cabida para un máximo de 4 jugadores, aunque
hasta 3 de ellos pueden ser sustituidos por “la máquina”: una intrincada rutina
que rige las acciones de las facciones no dirigidas por personas que yo personalmente
desaconsejo dado el engorro de manejarla.
Cuba Libre se ambienta, por supuesto, en la Revolución Cubana de
1958-1959: Fidel Castro, El Che Guevara, el dictador Batista, el gángster
Lansky o el menos conocido José Antonio Echeverría aparecerán probablemente por
la partida en forma de eventos. El creador de la serie, Volko Ruhnke, se encarga también del diseño de esta segunda
entrega con la colaboración de Jeff Grossman,
mientras que en el apartado artístico tenemos de nuevo a Xavier Carrascosa, Chechu
Nieto y a Rodger B. MacGowan.
Cuba Libre se parece bastante más a Andean Abyss que a A Distant
Plain, incluso estéticamente. Las facciones son bastante similares: el
Gobierno, dos grupos insurgentes (el 26 de julio y el Directorio) y la Mafia. Un apartado del mapa señala la postura de
EE.UU. con respecto al gobierno cubano y repercutirá en las opciones que
este último podrá elegir. El sindicato del crimen organizado tendrá esta vez
casinos en lugar de bases, pudiendo estos estar cerrados o abiertos (además, el
Gobierno protege estos negocios). En lugar de las Líneas de Control del primer
juego de la serie tendremos los Centros Económicos. Por lo demás, todo funciona
de manera parecida: cuatro campañas a lo largo de cada una de las cuales aparecerá una
carta de Propaganda que detendrá momentánea –o definitivamente– la partida
y en la que se juzgará si hay un ganador y se efectuarán algunas acciones especiales.
La clara ventaja de Cuba frente a sus compañeros de serie es
su mayor sencillez: es el que tiene el mapa más pequeño, con menos casillas
(apenas 7 provincias), menos fichas y menos cartas que los demás juegos COIN.
Por ello, es quizá el ideal para iniciarse en la serie y el más adecuado para
los que no quieran enfrascarse en partidas demasiado largas, pues este juego
podemos acabarlo en unas 4-6 horas como mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario