jueves, 12 de diciembre de 2019

Last Bastion

Título: Last Bastion
Año: 2019
Autor: Antonine Bauza
Ilustraciones: Nastya Lehn, Pierô
Editor: Repos Productions
Duración aprox.: 60 min.
Jugadores: 1-4
Dificultad: 2/5
Dependencia del idioma: Editado en España por Asmodee.

Decididos a repetir el éxito de Ghost Stories, el equipo que lo creó y publicó nos ofrece ahora Last Bastion, un descarado remake de su antecesor de hace once años idéntico en mecánicas y muy parecido en aspecto y en componentes, con la salvedad de que el juego se ambienta ahora en la fantasía heroica o medieval más tradicional, con enanos, orcos, elfos, no muertos, etc…


Los componentes son muy parecidos a los de Ghost Stories
De nuevo estamos ante un juego cooperativo en el que tenemos que defender una posición, concretamente un castillo compuesto por una cuadrícula de 3x3 losetas rodeadas por cuatro tableros “de invasión” de diferentes colores por los que irán llegando las hordas de enemigos. Nuestras figuras moverán por dentro de la fortaleza y después podrán combatir a las cartas de enemigos que tengan frente a ellas o bien usar el beneficio de la loseta en la que estén: recuperar vida, obtener objetos, eliminar enemigos, etc, etc. Las cartas de horda siguen teniendo varios efectos que pueden aplicarse cuando salen, cuando son eliminadas, o durante cada una de las rondas del tablero/jugador en donde están. La mayoría de estos efectos son perjudiciales para los jugadores, siendo los más peligrosos los que meten figuras de “dominio del mal” en el tablero: con tres de ellas en el bastión, habremos perdido.

Algunas de las cartas de horda y de "jefe final"

Una de las pequeñas diferencias de Last Bastion con respecto a Ghost Stories es que ahora los poderes de los héroes no dependerán del tablero que elijamos: por el contrario, podremos escoger entre ocho miniaturas diferentes, cada una con su poder particular, y que se corresponde básicamente con los mismos ocho que había en el juego predecesor. Así pues, más miniaturas y más variadas (en Ghost Stories las cuatro eran genéricas y sólo se diferenciaban por su color) es uno de los principales atractivos del nuevo trabajo de Antoine Bauza; en realidad, una de las escasas diferencias, a nivel estético, con respecto a su ya clásico diseño de 2008.

Los ocho personajes disponibles

El desarrollo y objetivo de la partida sigue siendo igual: aguantar a las hordas de criaturas malignas e intentar combatirlas hasta que aparezca el “jefe final”, en este caso la reina malvada de turno. Si todos nuestros héroes mueren o el tablero resulta invadido por las tres figuras de dominio del mal que hemos comentado, la partida acaba, al igual que si se termina el mazo de cartas de enemigos sin que se haya derrotado al líder de la horda.

La impresión general tras unas pocas partidas es que se ha querido hacer un juego más corto y más difícil que Ghost Stories, donde podíamos aguantar hasta cuatro figuras de fantasmas invasores y en el que empezábamos con más fichas de vida (en realidad era posible variar la dificultad, cosa que supongo también es factible en Last Bastion, aunque las reglas no lo contemplan).

Supongo que podría repetir aquello de “si te gustó Ghost Stories te gustará Last Bastion…”, pero no estoy seguro de que haya de ser así con todo el mundo. Puede que algunos jugadores ya estén cansados de jugar al título más antiguo y no tengan ganas de repetir una fórmula idéntica. Mi caso no ha sido así, y de hecho me apetecía probar este Bastion precisamente porque se basaba en el mismo sistema que el Stories, pero sí que es verdad que quizás se hubiera agradecido algunas innovaciones en el nuevo juego.

Los tableros de héroe y de invasión van ahora por separado

jueves, 5 de diciembre de 2019

Campy Creatures

Título: Campy Creatures
Año: 2017
Autor: Mattox Shuler
Diseño gráfico: Josh Emrich
Editor: Keymaster Games
Duración aprox.: 45 min.
Jugadores: 2-5
Dificultad: 2/5
Dependencia del idioma: Media (reglamento y cartas).

En Campy Creatures asumiremos el papel de científicos locos y enviaremos a nuestros monstruos a que capturen mortales con los que poder desarrollar nuestros experimentos. En el juego, esto se traduce en tres rondas en cada una de las cuales usaremos nuestra mano de criaturas para hacernos con aquellas de las cartas ofertadas en cada turno que más nos interesan. Dado que hay diferentes grupos de cartas, la cosa no es tan fácil como parece, pues las hay que proporcionan puntos negativos, otras que proporcionan sólo puntos a los dos jugadores que tengan más de ellas (caso de los Adolescentes), las que dan puntos negativos o positivos en función de si tenemos un número impar o par respectivamente (los Ingenieros), y otras que puntúan de manera progresiva contra más tengamos de ese tipo (los Ayudantes). En ocasiones no podremos elegir qué carta quedarnos e incluso nuestros rivales podrán pasarnos cartas con las que reducir nuestra puntuación.

Tablero para puntuación, con el "Clash-O-Meter" y la Localización ofertada

Para poder elegir carta antes convendrá jugar una criatura más poderosa, es decir, con mayor valor (las hay de 0 a 8) pero, como la cosa no podía ser tan fácil, estas cartas tienen a su vez diferentes poderes que puedan alterar los planes de nuestros contrincantes o los nuestros, según quién saque qué. Por ejemplo, la Momia tiene prioridad a la hora de seleccionar carta de víctima si coincide con el Kaiju, la Vampira anula la habilidad de la criatura que tenga a su izquierda, o la Criatura del Pantano le da el mortal capturado a otro jugador… Como veis, la cosa tiene juego, y el poder augurar lo que van a sacar los demás participantes, e incluso cierta dosis de faroleo, son esenciales durante la partida.

Cartas de Criaturas. El Demogorgon ez una carta alternativa, tíoz

Cada una de las rondas termina cuando sólo queda una carta de mortal, que se descarta. En ese momento, los jugadores totalizan la puntuación obtenida y la señalan en el contador del tablero, devolviendo de nuevo al mazo todas las cartas capturadas excepto los Ayudantes, que siempre se conservan. Además, el jugador que haya capturado mayor cantidad de iconos de edificios se hace con la carta de Localización de esa ronda, que nos dará la posibilidad de alterar de alguna manera algún aspecto del juego (como convertir los puntos negativos en positivos, recuperar una criatura de la mano, o percibir puntos extra en función de ciertas cartas). El juego termina tras la tercera ronda, pronunciándose ganador el científico con mayor puntuación total.

Cartas de Mortales

Mencionar por último el “Clash-O-Meter”, que nos ayuda a desempatar en diferentes momentos de la partida, teniendo prioridad el jugador que está más arriba en este, que en ese momento pasa a ocupar la última posición moviendo su pieza al fondo de este apartado. Como habréis podido adivinar, los mazos, marcador de puntuación y pieza del “Clash-O-Meter” de cada jugador se distinguen por su color y por mostrar el ojo de una criatura diferente.

Cartas de Localización

Si sólo tuviera que juzgar este juego por sus mecánicas u originalidad, os diría que es uno más de muchos, y que si hubiese sido de cualquier otra temática quizá no me hubiese llamado la atención, pero habiendo crecido viendo las películas de terror clásico de la Universal y de la Hammer y el cine de ciencia-ficción de los años 50, siendo un amante de todos los monstruos legendarios del cine y de la literatura, este juego me resultó de compra obligada en cuanto lo vi, más aún si tenemos en cuenta la preciosidad de ilustraciones que lo acompañan, cuya estética retro refuerza esa sensación de estar reviviendo todas esas cintas añejas que tantos momentos de entretenimiento me proporcionaron en otras épocas de mi vida. Estéticamente, para mí Campy Creatures es un 10, pero no seré injusto diciendo que el juego es excepcional: tiene sin duda muchos otros precedentes similares con diferente ambientación, y es esta última lo que puede hacer que te guste más, menos, nada o totalmente. Mi caso, está claro, ha sido el último. Además, estamos ante un filler, y yo raramente juzgo estos juegos como “serios” precisamente por su brevedad.

lunes, 2 de diciembre de 2019

Mi primer crowdfunding

Siempre he sido un tanto reacio a los proyectos crowfunding de juegos de mesa y, hasta el momento, todo lo más había llegado a apuntarme a algún P500 de MMP, pero nunca había dado el paso de adelantar una cantidad de dinero importante para algo que va a tardar un año o más en aparecer. ¿Mis razones para esta reticencia? Por supuesto, principalmente la económica: mis ingresos son tan escasos que para mí es un lujo invertirlos en este tipo de campañas tan a largo plazo, y que además no siempre son seguras y parecen un tanto en el aire. Lo poco que tengo prefiero gastarlo en productos más inmediatos. La segunda razón, y no menos importante, es que la mayoría de crowdfunding que veo suelen ser en torno a juegos de fantasía y ciencia ficción, repletos de figuritas de plástico, muy llamativos y coloridos y a menudo exageradamente sobreproducidos de los que se sabe poco o nada de su funcionamiento y de sus reglas y que, incluso aun cuando se conocen, se me antojan iniciativas bastante ingenuas y ambiciosas, con poca “chicha” real tras tanto aparato y que, resumiendo, no me llaman la atención.

Pero, por fin, este pasado mes de noviembre, ha aparecido en la plataforma Kickstarter un juego que ha hecho que termine con esta abstinencia, y no es otro que Race to Moscow de Phalanx, la secuela de Race to the Rhine, uno de los juegos que más he disfrutado en estos últimos años. Si el nuevo trabajo de Waldek Gumienny se parece al anterior, estoy seguro de que me va a entusiasmar y de que va a justificar esta inversión por adelantado y el año de espera hasta su publicación.

Para hacer más goloso este prelanzamiento, sus fabricantes han añadido, cómo no, toda una serie de miniaturas de plástico que sustituyen a las de la madera del juego precursor, pero para mí todos estos complementos son innecesarios. Y, hasta que se cierre el crowdfunding el próximo día 11 de diciembre, están apareciendo nuevos stretch goals con variantes del juego, mejora de componentes, etc.

De momento no se ha anunciado la versión en castellano de Race to Moscow, pero parece muy probable que Másqueoca, que en su momento tradujo Race to the Rhine, se haga cargo de ella. En cualquier caso, el idioma inglés no supone problemas para un servidor, así que el juego será bienvenido en cualquiera de las dos lenguas. Por supuesto, habrá que esperar a octubre de 2020…