Sencillo juego de cartas del
reputado diseñador alemán Reiner Knizia
publicado por primera vez (2008) en su país por Pegasus
Spiele y posteriormente en edición en inglés por Gryphon Games. Se
ambienta en el Londres victoriano y lleva a Sherlock Holmes en su portada, pero
igualmente podría haberse inspirado en cualquier otra temática o, simplemente,
llevar sólo números y colores como ilustraciones. Pueden jugar hasta 5 personas
y su duración es de unos tres cuartos de hora.
Los jugadores deben resolver 4 de 5 casos de robo, cada uno representado por un
color diferente. Sobre la mesa se despliegan las 25
cartas de pista formando 5 columnas de 5 cartas cada una. Estas cartas
exhiben un color –relacionado con el robo al que pertenecen–, un número del 2
al 6, y uno de cuatro personajes posibles:
músicos callejeros, golfillos, damas y bobbies
(policías ingleses).
La principal herramienta de los
jugadores serán las cartas de testigos, con
las efigies de uno de los cuatro mismos personajes descritos anteriormente. Se
comienza con 4 de ellas en mano, y siempre se exhiben otras 4 en la mesa para
que los jugadores las roben. Nos interesará acumular muchas de ellas, porque
serán las que nos permitan “pagar” la mayoría de acciones del juego. Estas son:
eliminar una pista, coger una pista, o interrogar a un testigo, siendo la
última obligatoria en cada turno de jugador, y las demás opcionales si se
pueden y quieren hacer. Las dos últimas están también limitadas a una sola vez
por turno.
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Las 25 Cartas de Pista se exponen en cinco columnas. Sólo podremos coger o eliminar las cartas de más abajo de cada columna. |
Básicamente lo que nos va a
interesar es obtener las cartas de pista de mayor valor de la mesa, pero la
pega es que sólo podemos coger las de más abajo de cada columna. Para coger una carta de pista hay que pagar tantas
cartas de testigo con el mismo personaje como el valor de la carta, aunque
también es posible usar parejas de otro personaje como comodín equivalente a
una carta del testigo que necesitamos. Por ejemplo, para coger una carta de
Golfillo con un 3 podríamos pagar 2 Golfillos y 2 Damas, sustituyendo estas
últimas a la tercera carta de Golfillo que nos interesa.
También podemos eliminar cartas que no nos interesen de una sola
columna por turno, a razón de una pareja de un personaje cualesquiera por carta
que deseemos eliminar. Es posible eliminar todas las cartas de una misma columna
(siempre de abajo a arriba) excepto la superior. Además, al eliminar una o más
cartas debemos quedarnos con la que quede más abajo de la columna una vez
eliminadas las otras (y pagándola como hemos explicado en el anterior párrafo).
Lo último que se hace en cada
turno es “interrogar” a un testigo, que es,
simplemente, coger una de las 4 cartas de testigo expuestas en la mesa o la
primera del mazo de robo bocabajo. Poco a poco, iremos así acumulando las
cartas que necesitamos para eliminar o coger las pistas que nos hacen falta. De
hecho, en muchos turnos no podremos hacer nada más que esto.
Cuando se han retirado de la mesa
todas las cartas de pista de un color, aquel jugador que tenga las cartas de
éste que sumen mayor puntuación recibe la carta de bonificación
correspondiente. La partida termina cuando se han “resuelto” cuatro de los
cinco robos, es decir, cuando sólo quedan cartas de un color sobre la mesa. Los
jugadores suman entonces los puntos acumulados en las cartas de pistas que
consiguieron, ignorando los del color del caso que no ha sido resuelto, y ganando el que tenga mayor puntuación total.
Looting
London es un juego muy simple y algo soso que puede entretener
en alguno de esos momentos tontos en que tenemos un rato para jugar y no nos
apetece complicarnos demasiado con reglas, pero en general no me satisface
demasiado, aunque tiene su pequeño componente de estrategia de cara a recolectar unas u otras
cartas y a prever los colores que van a ser “resueltos” y el que no.
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