Una de las cosas buenas que
tienen los fillers es que,
precisamente debido a su breve duración, suelen ser fáciles de reseñar porque también
sus reglas suelen ser cortas, así que vamos con otro: Ciudadelas
de Bruno Faidutti, aparecido por primera vez
en el año 2000 y ya todo un clásico de los juegos de cartas publicados en el
presente siglo. La correspondiente edición española se la debemos a Edge Entertainment…
Hasta 7 jugadores pueden unirse
a una partida del título reseñado. Todos ellos intentarán conformar una ciudad que supere a las de los demás en belleza y
prestaciones, lo que se consigue mediante cartas de “distritos”.
Los hay de cinco tipos: militares, nobles, comerciales, religiosos y
maravillas, lo que se distingue, además de por la ilustración de la carta, por
una gema de un color específico en la parte inferior izquierda de cada carta.
Los distritos también muestran un valor de construcción con círculos dorados,
que es también normalmente el valor en puntos que dan al final del juego. Las
maravillas, además, tienen todas una habilidad o poder especial cuando se
construyen, de ahí que normalmente sean las cartas más caras de usar.
Sin embargo, la característica
más original y atractiva de Ciudadelas
es el reparto de personajes que se hace al comienzo
de cada ronda y que varía, pues, en cada una de éstas. Partiendo del jugador
que tiene la carta del Rey (o aleatoriamente la primera vez), cada jugador
elige en secreto un personaje para esa ronda. Lógicamente, los últimos en
elegir tendrán menos opciones, mientras que los primeros tendrán además la
ventaja adicional de conocer qué otros personajes pueden estar en juego, ya
que, según el número de participantes, algunos personajes se descartarán al
principio o al final del reparto, algunos boca arriba, otros bocabajo, lo que
añade un elemento de misterio e incertidumbre a las partidas.
La elección de uno u otro
personaje en cada ronda, así como los que usen los demás jugadores, puede
darnos grandes ventajas o arruinar totalmente nuestra jugada, pues cada una de
estas cartas de rol tiene una habilidad diferente que enseguida explicaré.
Ejemplos de distritos |
Cuando los personajes están
repartidos, comienza la ronda de juego propiamente. El jugador “Rey” lee uno a
uno los nombres de los personajes –que siempre actúan en el mismo orden– y
estos eligen en su turno entre coger 2 monedas de oro de la banca o robar 2
cartas de distrito y quedarse con una. A continuación, pueden construir 1
edificio de los que tienen en su mano pagando su coste en monedas. Una vez
todos los jugadores han actuado, acaba la ronda y se reparten de nuevo los
roles a no ser que se haya alcanzado el final de la partida, lo que ocurre en
la ronda en que cualquier jugador haya erigido 8 distritos, momento en el que
se hace el recuento de puntos como ahora veremos.
Tal y como he avanzado, las
habilidades de los personajes pueden alterar drásticamente las rondas de juego.
Los personajes que se pueden elegir y su habilidad son, en orden:
1-El
asesino: puede asesinar a otro personaje. Para ello, dice en voz alta a
quién quiere eliminar y, si este personaje está en posesión de algún jugador,
no actuará cuando llegue su turno, aunque el jugador tampoco dirá que lo tiene
hasta el final de la ronda.
2-El
ladrón: de manera parecida, el ladrón roba todo su dinero al personaje
que elija, siempre y cuando resulte estar en juego y se revele posteriormente
(no puede robar al asesino, puesto que ya ha actuado)
3-El
mago: el mago puede, o bien descartarse cartas de distrito de su mano y
robar un número equivalente del mazo, o bien cambiar su mano –incluso aunque
esté vacía– con la de otro jugador.
4-El
Rey: la principal ventaja del Rey es que siempre es el primero en elegir
personaje cuando se reparten. Además, cobra 1 moneda de oro por cada edificio
noble que haya construido.
5-El
Obispo: el obispo cobra 1 moneda de oro por cada edificio religioso
erigido por él. Además, no puede verse afectado por la habilidad del
Condottiero.
6-El
Mercader: de manera parecida a los anteriores, este personaje cobra 1
moneda por cada edificio comercial que tenga en la mesa, además de 1 moneda extra
en todos los turnos.
7-El
Arquitecto: puede robar 2 cartas de distrito adicionales y conservarlas,
y además construir hasta 3 edificios en un mismo turno.
8-El
Condottiero: además de cobrar por los distritos militares que tenga,
puede destruir un edificio de otro jugador pagando su coste menos una moneda.
Todos estos poderes pueden usarse
normalmente en cualquier momento del turno, además de las acciones normales, lo
que da una enorme variedad a las partidas de Ciudadelas.
El final de la competición llega
en el momento en que un jugador erige su octavo distrito. Se acaba la ronda
actual, y todos los participantes suman el valor de sus edificios, además de
posibles bonificadores por maravillas, por tener un distrito de cada color, por
tener ocho o más distritos y por haber sido el primero en conseguir esto
último. Ni qué decir tiene que el jugador con más puntos es el ganador.
Creo que no hace mucha falta
recomendar Ciudadelas, pues tiene
muchos seguidores en el mundillo de los juegos de mesa y casi todo el mundo lo ha
probado alguna vez. Incluso novatos en nuestro hobby pueden atreverse con él,
ya que es bastante sencillo de aprender excepto, quizá, por el tema de las
habilidades de cada personaje. Tiene una variante con otros personajes
diferentes y la posibilidad de un octavo jugador, aunque personalmente no me
han convencido mucho estos nuevos roles y raramente los usamos en nuestras
partidas.
En 2004 conoció una expansión: Ciudadela Oscura,
que yo rápidamente compré sin siquiera comprobar su contenido. Me encontré con
toda una decepción, ya que el contenido de ésta son nuevas cartas de los mismos
personajes del original (por si se te han desgastado) y más maravillas con las
que se pueden sustituir algunas o todas las del juego base. Yo esperaba alguna
nueva regla o variante y este suplemento me pareció una auténtica tomadura de
pelo, una de las peores inversiones que he hecho en juegos (aunque sólo costaba
unos 5 euros). Afortunadamente, la 3ª edición en castellano de Ciudadelas la integra con ella (¡y además
tiene monedas más chulas!).
¿Por fin mejoraron las monedas en la 3ª edición? ¡Que alegría! Las de la 2ª decepcionaban....
ResponderEliminarBueno, eran un poco "de parchís", pero cumplían su cometido ;)
ResponderEliminarUno de los mejores juegos de mi colección, para mi lo tiene todo :)
ResponderEliminar