Título: Sky
Traders
Año: 2016
Autor: Gioacchino Prestigiacomo
Diseño gráfico: Miguel Coimbra,
Nicolas Fructus, Christophe Madura
Editor: Dust
Games/Fantasy Flight Games
Duración
aprox.: 180 min.
Jugadores: 2-5
Dificultad: 2/5
Dependencia del idioma: Traducido
al castellano por Edge Entertainment
Como ya comenté en la reseña de Dogs of War,
es fácil encontrar ciertas similitudes estéticas entre aquel juego y Sky Traders,
pues ambos están ambientados en una Europa fantástica y steampunk de algunos siglos atrás (el primero citado remite
claramente al Renacimiento italiano, mientras que el segundo parece estar más
cerca de la Francia prerrevolucionaria). En realidad, ninguno de los dos
títulos comparte autor ni editora original (aunque en nuestro país sí que
fueron ambos publicados por Edge): lo que tienen en común y lleva a que se les
relacione es al dibujante Christophe Madura, responsable junto con otros
artistas de las ilustraciones y miniaturas de ambos juegos.
El tablero se configura con losetas y es diferente en cada partida |
Por lo demás, ninguno de los dos
juegos comparte tampoco mecánicas: ya vimos que Dogs of War simulaba batallas de una manera sencilla y abstracta; Sky Traders, como ya adelanta su nombre,
es básicamente un juego de comercio, pero bastante curioso y original. Para
empezar, el tablero no es el habitual de forma rectangular o cuadrada y
desplegable, si no que se forma con varias losetas hexagonales y siguiendo unas
sencillas pautas, con lo que tenemos que la zona de juego será diferente de una
partida a otra. Lo que se forma con estas losetas es más o menos un circuito
que puede tener ramificaciones. La mayoría de losetas representan a ciudades
que ofrecen una determinada mercancía, mientras que unas pocas ofrecen
combustible, una especie de teletransporte, etc.
Cada jugador dispondrá de una
lámina que representa su barco volador y sus compartimentos: seis casillas en
las que se pueden almacenar, o bien mercancías, o bien un determinado
tripulante que mejorará las habilidades de nuestra aeronave. En esta lámina
señalamos también el flogisto: el combustible que se utiliza para mover en este
imaginativo universo.
En dos láminas aparte tendremos
el Medidor de Influencia del Gremio, que es dónde señalaremos los inevitables
puntos de victoria, y el mercado con la cotización de todas las mercancías.
En su turno, y tras robar y
aplicar una carta de evento, un jugador comienza moviendo hasta donde quiera o
pueda, condicionado por el flogisto que quede en su barco. Dependiendo de la
casilla en que acabe, podrá hacer una acción u otra, siendo la más habitual y
versátil la de comerciar, que nos permite comprar y vender mercancías, reclutar
tripulación, reparar y mejorar nuestra nave, etc. En más de una ocasión nos
veremos obligados a repostar flogisto, lo que se puede hacer tanto pagándolo
como extrayéndolo gratuitamente de determinadas losetas y como acción única. Si
andamos escasos de dinero, también podemos cargar residuo con el fin de
retirarlo de las ciudades y lanzarlo en la loseta del volcán (podemos
deshacernos de él en cualquier sitio, pero es ilegal y no recibimos dinero).
Los jugadores influirán directamente en la cotización del mercado |
A lo largo de los años me he
encontrado con varios juegos que tienen un problema similar al de este en lo
relativo a ataques y combates (véase mi post “Batallas
pacíficas”). El problema que les encuentro es que, como el eurogame en
general buscar evitar conflicto entre los jugadores, las opciones más agresivas
que ofrecen estos títulos son poco atractivas y no suelen compensar su riesgo.
Normalmente no va a valer la pena ponerse a atacar a otros jugadores y lo mejor
va a ser simplemente ponerse a recolectar, comerciar, colonizar o lo que
proceda según el juego. Esto de por sí no sería demasiado malo si no supusiera
a veces un montón de material incluido en la caja y básicamente inútil,
normalmente fichas y miniaturas de tropas y flotas que casi nunca se usarán por
lo que acabo de exponer. Como dije en su momento y sigo manteniendo, me parece
un gran error, cuando no directamente un fallo de diseño, y en el caso de Sky Traders arruina lo que podría ser un
juego divertido y original.
Gana el jugador que primero llegue a 50 de influencia |
Lo último que se hace en el turno es invertir el dinero que hemos obtenido comerciando en aumentar nuestra reputación, pues el jugador que primero llegue a 50 en ella será el ganador.
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