No es que me entusiasme confesar mi edad, pero llevo cerca de cuatro décadas jugando a juegos de mesa. En ese lapso, es obvio que he conocido y probado infinidad de variantes de éstos: comencé con los míticos Juegos Reunidos Geyper y los entrañables productos de Educa, pasé por las firmas típicas de la infancia de mucha gente de mi generación (Borrás, Cefa…), me inicié en los wargames con NAC, descubrí las marcas norteamericanas –con Avalon Hill a la cabeza, por supuesto–, y así hasta llegar a la amplia oferta existente en nuestros días con incontables casas como Fantasy Flight, Z-Man Games, MMP, GMT y tantas otras… En todos estos años, obviamente, he sido testigo de muchos cambios, modas, formatos y estilos en los juegos de tablero, y se me hace evidente que en la actualidad hay una clara tendencia hacia los juegos “pacíficos”: donde antes proliferaban conflictos (bélicos o no) y competiciones, ahora aparecen títulos colaborativos o juegos en los que los jugadores no se hacen la puñeta y disfrutan en armonía. Los tanques y las espadas más habituales hace un par de décadas se han convertido a día de hoy en alimentos, animalitos o material de construcción; los cuarteles generales y los fuertes se han trocado en granjas y comercios…
Soy el primero en abogar por la variedad lúdica, pero no estoy de acuerdo, sin embargo, en el espíritu “pacifista” de ciertos productos que, por su ambientación y temática, no pueden ni deberían serlo. Títulos que nos presentan situaciones históricas o ficticias en las que debemos competir con nuestros adversarios, pero sin pasar a una marcada agresividad, más bien de una forma pasiva y tranquila. Por supuesto, siempre habrá quien me señale que hay no pocas marcas que se especializan en wargames que proporcionan a todo el que “quiera guerra”, los más variados y sangrientos conflictos de la Humanidad, pero esta protesta va sobre todo dirigida a los diseñadores de juegos temáticos que sí proporcionan opciones ofensivas en sus productos, y que deberían usarse en una situación más o menos realista, pero que luego no intervienen nunca o casi nunca en estos juegos. ¿Para qué entonces todas estas posibilidades que no son necesarias, pues las partidas se pueden ganar de formas muchos menos “violentas”? Estoy pensando en algunos títulos que he tenido en los últimos años para poner de ejemplo, y se me ocurren Senji y Cyclades –curiosamente, de la misma empresa y autores–, el más reciente Colonial –mi gran decepción de 2011– o incluso podría incluir Merchants & Marauders. Jugando con él nos ocurrió varias veces que los jugadores optaban por limitarse a comerciar de puerto en puerto y jamás entraban en combate, ni entre ellos, ni contra los barcos del juego, aunque este juego es más honesto en cuanto a sus posibilidades y el título ya advierte sus opciones.
Los otros tres tienen más inri para mí, pues proporcionan tropas, fortificaciones, navíos, opciones de ataque, etc que casi nadie encuentra provechosas en las partidas: la gente opta por construir, comerciar, explorar o cualquier otra posibilidad antes que decidirse por la guerra declarada, la piratería, el ataque y la inversión en ejércitos y flotas. Por desgracia, es perfectamente posible –y, de hecho, habitual– lograr la victoria sin recurrir a todas estas opciones. ¿Para qué están entonces? La respuesta que me parece clara, sin ánimo de despreciar la labor de los creadores de estos juegos, es que éstos no están lo suficientemente revisados y testeados… O bien sus autores han querido evitar –volvemos a lo que comentaba anteriormente– el conflicto abierto entre los jugadores que quizá pueda amargar las partidas de algunos de ellos. Me parece un grave error, porque la “agresividad” y la competición deben de ser parte de los juegos de tablero sin que ninguna de ellas tenga por qué trascender a la vida “real” de los participantes fuera de la partida. Hay que saber asumir el “rol” que se está jugando –aunque hablemos de juegos de tablero– y, si es lo más lógico y real y se debe atacar o fastidiar al compañero, se debe hacer, sin que ello implique rencores o enfados.
En fin, no hay moraleja ni conclusión final para este artículo: era una queja que quería manifestar y que queda ahí; creo que no hay excusa posible para lo que yo considero claramente fallos de diseño: ahí quedan desperdiciadas toda una serie de reglas, posibilidades, cartas, miniaturas, fichas o lo que sea que aparecen en estos juegos y por los que los compradores hemos pagado y que no tienen utilidad práctica… ¿Quizá se publican títulos demasiado gratuita y alegremente, sin pararse a comprobar si están preparados para el mercado y los fans?
No tengo tu experiencia con los juegos de mesa, no he jugado wargames pero me han gustado tus reflexiones. A mí me gusta competir y el componente violento (en el juego) me parece excitante y una parte importante en el terreno lúdico.
ResponderEliminarEstá bien que haya juegos para colaborar, para negociar, para construir o recolectar materias primas; eso no tiene porque ser obstáculo para poder jugar a las batallas con el rival.
Supongo que tienes razón en lo que dices que algunos juegos no están testeados con profundidad. Parece que muchos jugadores están tan metidos en su afición que no se plantean críticas como las que tú haces aquí y por eso me ha gustado leerlas.
Bueno, los juegos a los que yo me refiero en esta entrada tampoco son wargames exactamente. Son juegos temáticos, pero que muy a menudo nos ponen a la cabeza de un imperio o potencia mundial que debe expandirse, y es obvio que eso no puede hacerse enteramente de manera pacífica...
ResponderEliminarHola me llamo Javier, soy relativamente nuevo en este mundillo pero cada vez estoy mas enganchado a los juegos de mesa, me gusta jugarlos y coleccionarlos, ver los distintos temas, tengo que confesar que tengo bastantes familiares por mis hijos que les encantan, me lo pienso mucho antes de comprar un juego ya que no me gusta repetir temática o como dices que este mal testeado, Lord Ruthwen te pediría un favor un tanto difícil, tú me recomendarías unos juegos. Que no sean muy complejos, gracias por anticipado, un pos que he leído en el dado dorado sobre el juego Senji es el que me ha llevado hasta aquí.
ResponderEliminarClaro, pero, ¿de qué tipo exactamente? ¿Wargame, eurogame, fantasía, para muchos o pocos jugadores? Una pista de los que más me gustan a mí la puedes ver siguiendo aquellos que he calificado con mayor puntuación, aunque estos pueden no ser los más sencillos. http://ludotecaruthwen.blogspot.com.es/search/label/Muy%20bueno
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