No sin poco pesar me deshago de
mi colección Heroes of Normandie. Siempre que vendo
un juego me siento como si vendiera a un amigo, salvo en los contados casos en
los que tengo la certeza de que es totalmente olvidable o de que le he
sacado todo el provecho posible. Pero, como he contado en más de una ocasión,
por razones económicas y de espacio no puedo albergar una colección infinita de
juegos. Ni me cabrían, ni les sacaría partido, por lo que periódicamente voy
vendiendo algunos títulos para reinvertir el dinero obtenido (invariablemente
mucho menos del que pagué por ellos) y adquirir así otros nuevos. Podríamos
decir que es una especie de “reciclaje” dentro de mi colección.
Otra cosa que me ha ayudado a
decidirme a vender este lote ha sido la aparición de la variante fantástica del
juego base, Shadows Over
Normandie, que curiosamente esperaba con mucho interés. Los primeros
comentarios que leí sobre ella por parte de los “backers” que la comenzaron a
recibir antes de que llegara a las tiendas era que el reglamento era peor que
pésimo, incluso por debajo del de Heroes…
Esto no hizo sino confirmarme la opinión que yo ya tenía sobre este juego y
sobre la casa que los publica: hacen un tremendo hincapié en la presentación
visual de sus productos, pero no parece que los testeen demasiado ni se
compliquen en hacer un reglamento compacto ni unas mecánicas dinámicas y
eficaces. Resulta chocante que Devil Pig Games lleve el tremendo ritmo de
publicaciones que lleva con estos productos que a mí me parecen por acabar en este
sentido y que, sin embargo, deben de estar vendiéndose muy bien, a juzgar por esa
vorágine productiva y por la enorme cantidad de expansiones y complementos que
están sacando (¡incluso han ganado dos premios Origin!).
Por mi parte, he perdido casi
totalmente la confianza en esta casa y no sé si volveré a comprar algo suyo
(quizá considere Shadows Over Normandie,
a sabiendas de lo que me voy a encontrar y aceptando de antemano que no va a
ser un juego “serio”). Le he dado muchas vueltas a la venta del lote Heroes… A veces me queda la duda de si
tenía que haber intentado probarlo completamente (sólo jugué a dos escenarios
de Sainte-Mère y a ninguno de Carentan), pero creo que, en mi interior,
sé que seguramente no me hubieran satisfecho, que sólo hubieran confirmado la
sensación que ya tenía desde hacía tiempo con la serie y con el sistema, así
que, aunque derramando una lagrimita por ellos, les digo adiós y miro hacia
delante, a la espera de sustituir el hueco sentimental y físico que dejan en mi
vida con algún producto que los supere y que sea más acorde a mis expectativas.
La vida del ludómano sigue…
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