viernes, 5 de febrero de 2016

Ivanhoe

Este juego llevaba ya varios años cogiendo polvo en la tienda de mi localidad y siempre me picó la curiosidad, y por fin estas Navidades me decidí a comprarlo aprovechando su liquidación. Lo publicó por primera vez GMT hace ya dieciséis años y lo firma el popularísimo Reiner Knizia, y se trata de un sencillo filler de cartas que toma como pretexto los torneos medievales y la famosa novela de Walter Scott, aunque igualmente podría haber usado como reclamo razas de gatos o clases de vinos, pues su ambientación es más bien arbitraria.



Partida con 3 jugadores: torneo de hacha (azul)

Con una mecánica que recuerda muy mucho al Condottiere, de 2 a 5 jugadores compiten en duelos con diferentes armas con el objeto de ganar el trofeo de cada uno de ellos. Cada “arma” está representada por un mazo de cartas de un color correspondiente y con diferentes valores entre 1 y 7, y el susodicho premio no es más que una simple ficha de plástico: el primero en acumular una serie de ellas (cuatro o cinco diferentes, dependiendo del número de jugadores) gana la partida.

El procedimiento para los enfrentamientos es simple: el jugador que los inicia propone un color y juega al menos una carta de este (o un escudero o dama, que son blancos y hacen las veces de comodines). El jugador de su izquierda debe superar el valor total de la carta o cartas jugadas por su predecesor (y las que ya tuviera en la mesa) o retirarse de la partida. El duelo continúa de esta manera mientras los jugadores vayan superando con el valor total de las cartas expuestas en su zona al del jugador anterior. Cuando sólo queda en pie uno de los participantes, obtiene el trofeo/ficha, no pudiéndose ganar dos fichas del mismo color (pero sí un torneo, para así negarle el premio a los demás) y pudiéndose cambiarse la ficha morada por cualquier otra si se quiere. Por supuesto, existen cartas especiales “de acción” que, como siempre, pueden alterar drásticamente un torneo robándole cartas a un contrincante, cambiando el color/arma de la ronda, etc, etc.

Sin destacar especialmente, Ivanhoe resulta un filler entretenido, sencillo, adictivo y bellamente ilustrado cuya temática, si bien algo forzada, lo hace más atractivo para los amantes de la Edad Media. En mi caso, es bienvenido a mi pequeño apartado de juegos cortos que utilizo para rellenar algún rato perdido que pueda quedarnos tras una partida más larga.

Algunos ejemplos de cartas

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