martes, 21 de abril de 2020

Exploradores

Título: Exploradores
Año: 1999
Autor: Reiner Knizia
Ilustraciones: VV. AA.
Editor: Kosmos
Duración aprox.: 30 min.
Jugadores: 2
Dificultad: 1/5
Dependencia del idioma: Edición en castellano de Devir Iberia.

Aunque ya tiene unos años, aún no había tenido la ocasión de probar este juego del popular Reiner Knizia, y curiosamente he acabado haciéndolo a través de la web Board Game Arena que menciono en el post anterior. Esta es, pues, la primera vez que reseño un juego que sólo he probado en su versión virtual.

Podremos jugar una carta en nuestra zona del tablero o descartarla en el centro.

En Exploradores nos metemos en la piel de arqueólogos que buscan ciudades perdidas, pero el tema, como en muchos otros trabajos de Knizia, está metido con calzador, y de nuevo nos encontramos ante un juego de “cartas con números y colores”, variación sobre la que el diseñador alemán parece trabajar incansablemente (algunas variantes previamente incluidas en el blog podrían ser Looting London o Ivanhoe). Iniciaremos expediciones, intentaremos que nos las financien, e igualmente trataremos de llegar más lejos en ellas que nuestro contrincante. Traducido al juego: vamos a coleccionar cartas de uno, varios o todos los cinco palos/colores disponibles, intentando conseguir cuantas más posibles y añadiéndolas al tablero en orden ascendente. Esta última es la pega y la dificultad de Explordares.

El turno es muy sencillo: comenzaremos con 8 cartas en mano, y podremos jugar una cada vez, ya sea en nuestra parte del tablero, o en el descarte (centro del tablero). Si lo hacemos en nuestro lado del tablero, iniciaremos la expedición de ese color, y posteriormente sólo podremos añadir a ella cartas de un valor superior. Cada palo está numerado del 2 al 10, por lo que, si directamente comenzáramos con un 5 azul, por ejemplo, ya no podríamos añadir a ese color las cartas anteriores (del 2 al 4). Además, al principio de cada expedición podemos añadir una o varias cartas de financiación (hay tres por color), que duplican, triplican y cuadruplican el valor final de la expedición, según cuántas de ellas añadamos.  Ahora viene otra pega: comenzar una expedición conlleva un coste base que se traduce en -20 puntos. Así pues, hemos de estar muy seguros de que vamos a poder compensar esta puntuación negativa añadiendo posteriormente las suficientes cartas de ese color para superarla. Este es uno de los aspectos más interesantes del juego, y a menudo habremos de sopesar si iniciar sólo unas pocas expediciones o meternos en todas. Por supuesto, el bonificador de la expedición también aumenta en igual proporción el modificador inicial negativo: una expedición que se inicia con dos cartas de financiación, por ejemplo, comienza con -60 puntos, aunque luego también se triplicará el valor de las cartas que añadamos (luego un 5 será un 15).

Ejemplos de cartas.

Terminaremos el turno cogiendo una carta, ya sea del mazo de robo, o de cualquiera de los cinco descartes, pero sólo de aquellas que estén en su parte superior, a la vista. Así pues, el juego tiene una parte de faroleo y de despistar al contrario descartándonos cartas que en realidad nos pueden interesar y que quizá luego acabemos recuperando del descarte. También nos podrá interesar robar de los descartes para que no se acabe el mazo de robo, alargando así la ronda para poder jugar cartas de nuestra mano. Además, ni qué decir tiene, el mazo se reparte entre los dos jugadores, es decir, hay doce cartas de cada palo, con lo que es posible que la mayoría de cartas de un color vayan a parar un mismo jugador.

Se puede jugar a Exploradores el número de rondas que acordemos, aunque el estándar son tres. Al final de cada ronda, se toma nota de la puntuación de cada jugador, incluyendo los negativos base de inicio de expedición, y se vuelve a repartir el mazo. Al final de la partida, gana aquel participante que haya obtenido más puntos.

Me ha sorprendido este juego tan sencillo y, sin embargo, tan adictivo y estratégico. Es cierto que es poco más que un filler, pero cumple su función y vale para ciertos momentos. No descarto adquirirlo en su versión física.

(Gracias a Enrique Blasco por las fotografías)

Cada color consta de 12 cartas: del 2 al 10 y tres de Financiación.

Al final del turno podremos coger una carta del descarte o del mazo de robo.

2 comentarios:

  1. Buena recomendación. no lo conocía y llevo ya unas cuantas partidas (con pobres resultados, tengo que reconocer XD)

    Me gusta porque permite jugar fácilmente por turnos, que al final es lo que me resulta más cómodo

    Eso si, la versión de mesa debe ser bastante complicada para contar y para saber las cartas que quedan y los puntos en cada momento, que la web te facilita XD

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  2. Sí, lo de las cuentas se hace más complicado con el juego "de verdad". Normalmente se hace al final.

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