miércoles, 5 de marzo de 2014

Resultados de la encuesta ¿Es el nuestro un hobby endogámico?

Pues transcurrida la semana que dejé como plazo para conocer la opinión de otros compañeros del hobby respecto a la pregunta que planteaba en mi anterior entrada, publico ahora el resultado de dicha encuesta: como podéis ver, las opiniones han estado bastante reñidas y repartidas, y sólo a última hora ha despuntado ligeramente una opinión positiva sobre la duda planteada, es decir, la mayoría de participantes piensa que el hobby de los juegos de mesa no es endogámico (6 votos). Con un voto de diferencia le siguen los jugadores que han optado por el NS/NC: 5 de estos no tienen claro qué responder, mientras que 4 votantes han optado por la posibilidad más pesimista: que el hobby sí que es cerrado.

Personalmente, mi respuesta ha estado entre estas últimas, pero creo que la encuesta refleja más o menos la opinión real y generalizada a nivel nacional. Tengo claro que, al menos en mi ciudad, sí que es cerrado, y ya expliqué por qué lo creo así y cuál es la situación local, pero quiero pensar que, a un nivel mayor, no lo es tanto y que en otras zonas quizá más grandes sí que se consigue unir a los aficionados y que estos admitan a nuevas personas en sus grupos o no se limiten a ser los mismos de siempre.

En Facebook también planteé entre mis amistades la misma cuestión, y la impresión general coincidía más o menos con la que yo tenía: me decían que disponían de su grupo de juego y, básicamente, estaban a gusto con él y no veían razón para buscar más gente, cosa que hasta cierto punto me es comprensible y con la que en otras circunstancias podría estar medianamente de acuerdo. El problema es que “mi” grupo está cada día más menguado y disperso, por eso nosotros sí que buscamos gente y estamos, de hecho, deseando que se nos unan nuevos jugadores a nuestras partidas. Y tampoco descartamos salir a otros sitios cercanos y, de hecho, lo hacemos con relativa frecuencia. Lo que, desde luego, no puedo hacer yo por mi difícil situación económica es desplazarme decenas de kilómetros para jugar a un juego de mesa, razón por la cual lo que me interesa es encontrar gente en mi pueblo o en localidades muy cercanas.

Comentar, por último, que con mi anterior entrada –la que, a su vez, originó esta– he tenido que hacer algo que no me gusta y que no había hecho nunca en este blog: censurar un comentario o, más exactamente, no publicarlo. Me llegaron unas líneas de un exaltado lector –que firmó como “Anónimo”, aunque creo saber quién es– que se sentía muy ofendido por mi artículo y por los comentarios publicados por otros jugadores a razón de este y, con una redacción un tanto descuidada, expresaba de manera algo agresiva su opinión al respecto (no estoy seguro de si llegó a entender lo que realmente preguntaba mi entrada). Se empeñaba en que promoviéramos los juegos por “fallas y casales” (???) y hasta acabó, seguramente despistado por su enojo, señalando la casilla de “Malo” al final del artículo: esos recuadros los tengo para que los lectores hagan constar su opinión sobre los juegos que reseño, como bien se indica allí, y nunca lo que les puedan parece mis escritos.

En fin, creo que sobra decir que en mi blog no toleraré comentarios ofensivos o irrespetuosos. No censuraré una opinión simplemente porque sea contraria a la mía, ni mucho menos (nunca lo he hecho), pero no aceptaré nada escrito en un tono descortés. Las cosas se pueden decir de muchas formas, y ser mínimamente educado para expresar malestar, desagrado o contrariedad no cuesta tanto. Si la persona que me envío ese comentario quiere volver a redactarlo dentro de estas premisas, estaré encantado de publicárselo. Si no es así, tanto él como cualquier otro puede ahorrase escribirme porque no publicaré nada de esa índole.

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