Portadas de las ediciones originales de los cuatro juegos de la serie |
Clásico vs. “misterioso”
Para aquellos que, como era mi caso antes de tener los trabajos de Fitzgerald, no conozcan en que consiste el juego del Rummy clásico, quizá convenga resumirlo un poco: se juega con dos barajas de póker; los jugadores (hasta cuatro) empiezan con un número de cartas en mano y van robando más durante sus turnos, siendo el objetivo del juego descartarse de todas las cartas. Esto no es tan fácil, ya que para jugarlas, un jugador debe tener al menos tres del mismo valor (también son posibles las escaleras). El primer jugador que se deshace de todas las que tiene en mano gana esa ronda y puntúa el valor total de las cartas que jugó. Normalmente se jugarán varias rondas o “manos” de esta manera hasta que uno de los participantes alcance o supere los 101 puntos y se erija así en ganador de la partida.
Ejemplos de cartas del Caso nº1: Jack el Destripador. El número superior en blanco
indica el valor en puntos, el inferior en negro, la prioridad a la hora de resultar el asesino.
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Las versiones “misteriosas” de U.S. Game System comparten bastantes características en común con la estándar (hay también infinidad de variantes con la misma baraja de póker) si bien utilizan, como se ha adelantado, el pretexto de una historia o mito popular. En ellos, sin embargo, y como es de esperar, no hay corazones o picas: en este caso, las principales cartas que utilizaremos para puntuar son las llamadas de “Prueba”: las de los sospechosos en caso de Jack el Destripador, las de una serie de conclusiones, pistas y elementos (personas, víctimas, lugares) en el de la Rue Morgue… Todas ellas tienen un valor en la parte superior derecha de la carta que va a ser el que el jugador que las haya sacado sumará al final de la mano. También es necesario sacar al menos tres del mismo palo o color para poder “bajarlas”, aunque una vez se ha hecho esto, cualquier jugador puede seguir sacando de ese tipo de prueba en la cantidad que desee, incluso sólo una. Cuando un jugador logra descartarse de todas sus cartas, acaba la mano y se puntúa. En el caso del juego del Destripador, se descubre también quién era el asesino, que será el sospechoso cuyas cartas jugadas (entre todos los participantes) sumen la mayor puntuación (en caso de empate, el juego lista una prioridad). Las cartas de este personaje jugadas duplican su valor a la hora de hacerse el recuento de puntos, y también es posible ganar puntos extra si se ha podido deducir quién era el asesino antes de que acabara la ronda. La partida acaba una vez un jugador ha alcanzado el centenar de puntos, o si se tiene que barajar dos veces el mazo sin que nadie lo haya logrado, en cuyo caso el crimen queda sin resolverse.
Además de las cartas de Prueba, hay en los Mystery Rummies otras denominadas de “Justicia” con funciones concretas como permitir recuperar cartas del descarte o coger cartas extra del mazo y que, en general, ayudan a ambientar la partida (como las de Víctimas en el caso de Whitechapel o las de Dupin en el de la Rue Morgue). Algunas cartas presentan ciertos eventos que pueden resultar cruciales en la partida, como una que permite al Destripador escapar ipso facto si han aparecido sus cinco víctimas, otorgando la victoria de esa ronda al jugador que la tiene. En el caso del segundo juego citado, hay también una carta del orangután asesino que se debe “alimentar” frecuentemente: se sitúan cartas bajo ella en secreto que el jugador que primero se descarte de su mano puede recuperar. Además, es posible jugar en este último por parejas.
Presentación
Puesto que ha habido ediciones en diferentes idiomas de los cuatro juegos de la serie, su presentación varía entre ellas (incluso en reediciones dentro del mismo país), siendo en mi opinión algo más atractiva la versión alemana frente a la original estadounidense. Las cartas vienen en una pequeña caja con aspecto de libro, detalle que refuerza la idea de “caso” archivado con la que se vende la colección. La edición alemana de la Calle Morgue ofrece las cartas en una cartulina más brillante e incluso más agradable al tacto y, mientras que las ilustraciones de Jack el Destripador son austeras pero acertadas (puesto que, sin lugar a dudas, intentan reproducir los grabados de los periódicos de la época), y están dibujadas en negro, las del cuento de Poe son a todo color, mucho más agradables a la vista. Las ediciones americanas, española y francesa se presentan con fondo negro y, naturalmente, una tira de color en el lateral izquierdo, para ayudar a visualizar con mayor facilidad las cartas de la misma familia, mientras que las de la Calle Morgue presentan una textura granulada de fondo (quizá para dar aspecto de documento) y, como ya se ha dicho, mayor riqueza cromática. Hasta donde yo sé, creo que el resto de juegos de la colección mantiene estas o similares diferencias entre sus dos principales ediciones (en inglés y en alemán: solamente Jack el Destripador ha tenido ediciones en francés y español).
Ejemplos de cartas de la edición alemana del Caso nº2: Los crímenes de la Calle Morgue,
incluyendo al orangután y a ¡Edgar Allan Poe!
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Me gusta el poker (prefiero el mus) pero nunca he jugado al Rummy. Me ha despertado la curiosidad tu reseña sobre "Mistery Rummy". No conocía este juego.
ResponderEliminarPues es divertido, económico, y tiene edición en castellano (el de Jack el Destripador) fácil de encontrar. ¡Te lo recomiendo!
ResponderEliminarEste fin de semana he comprado Jack el Destripador y ya he escrito una reseña sobre él en mi blog de Apuntes sin papel: http://apuntes-sin-papel.blogspot.com/2012/03/mistery-rummy-jack-el-destripador.html
ResponderEliminar¡Muy buena adquisición! Ya he leído y comentado tu reseña ;)
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