Predecesor inmediato de Commands & Colors Napoleonics (que
ya reseñé aquí)
y, por lo tanto, hermano de los tropecientos wargames que el señor Richard
Borg ha publicado para diferentes marcas basándose en el sistema de
activación por cartas y el tablero en tres secciones que ya se conoce
simplemente con el nombre de este diseñador (si no me fallan las cuentas: Battle Cry, Memoir´ 44 y BattleLore,
además de los dos ya citados y del próximo The
Great War).
Las mecánicas generales
entre los dos Commands & Colors
de la casa GMT son obviamente bastante parecidas,
exceptuando las variaciones obvias debido a las diferentes épocas que trata
cada uno. En Commands & Colors: Ancients, claro
está, nos trasladamos a las batallas de la Antigüedad, antes del nacimiento de
Cristo y de la invención de la pólvora, por lo que las tácticas utilizadas y
los ejércitos empleados son muy diferentes a aquellos de los tiempos de
Napoleón que trata el otro título. Esto implica mucha menos capacidad de
disparo (aunque hay arcos, ondas y jabalinas) y batallas más a campo abierto en
lugar de en torno a ciudades o fortificaciones, así como el uso de tropas tan
pintorescas como soldados en camellos o elefantes.
Por lo demás, las
partidas a Ancients transcurren de
manera similar a las de Napoleonics: cada
jugador recibe una mano renovable de Cartas de Órdenes que le permiten
normalmente activar varias unidades de una de las tres zonas en las que está
dividido el tablero, aunque otras cartas menos frecuentes permiten activar
varias zonas a la vez, tipos concretos de tropas o realizar acciones más
audaces. Cada unidad consta de un cierto número de bloques (normalmente de 2 a
4) y, al contrario que en C&C
Napoleonics, la capacidad ofensiva de ésta no se ve mermada al ir perdiendo
dichos bloques. Los jugadores alternan el uso de cartas, moviendo primero las
unidades y después atacando con esas unidades que la carta ha activado si lo
desean, hasta que uno de los dos bandos obtiene el número de Banderas de
Victoria exigido por cada uno de los 20 escenarios (normalmente por destruir
unidades enemigas completas, a veces por conquistar ciertos hexágonos). Para el
ataque se utiliza un dado especial que lleva impreso el símbolo de cada una de
los tipos de tropas del juego: ligeras, medias y pesadas, además de símbolos de
espadas, líder y bandera, que se utilizan sólo en ocasiones concretas. Cada
símbolo que salga en el dado y que coincida con el tipo de unidad oponente le
causa una baja. Algunas unidades causan también bajas con la cara del dado con
las espadas, y con la del líder si van acompañados de éste. La bandera hace
retroceder a la unidad afectada.
C
& C: Ancients es un wargame sencillito pero “con miga”,
en el que el jugador debe ingeniárselas para sacar el mejor partido a su mano
de cartas y a las acciones y movimientos que éstas le permiten. Esto, por un
lado, limita las posibilidades estratégicas de cada bando –porque no siempre
vamos a poder mover los bloques que necesitamos mover, sino sólo aquellos que
nos permiten las cartas– pero, por otro lado, hace más fácil las jugadas porque
no tenemos que considerar absolutamente todo nuestro ejército para decidir con
qué unidades vamos a actuar, sino sólo aquellas unidades a las que las cartas
pueden activar.
El juego me ha gustado casi tanto como C&C Napoleonics,
ya que la Antigüedad quizá sea una época que tengo menos vista en los wargames
y me resulta atractiva, aunque considero el segundo más pulido y redondo. Si he de ponerle alguna pega a Ancients, es la de que muchas
batallas tengan lugar en parajes desérticos o en llanuras, careciendo pues el
mapa muchas veces de losetas de terreno que le den un poco de “color” y
posibiliten variantes estratégicas.
Hola Lord!
ResponderEliminarA mi este C&C: Ancients me gusta mucho. No he probado el napoleónico así que no puedo comparar, pero este es de mis juegos favoritos: puedes recrear estupendamente una batalla de la antigüedad clásica en no más de una horita, y con mucha emoción. Un gran juego, sí señor.
Un saludo y enhorabuena por el blog!!
Gracias, mapanico. A mí también me gusta, pero como ya digo en la reseña, considero el Napoleonics más completo y redondo. Aunque, ¿quién dice que no se pueden tener los dos?
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