sábado, 25 de julio de 2015

Victory in Europe

De vez en cuando sucede que un juego que esperabas con muchas ganas e ilusión acaba, por una u otra razón, convirtiéndose en un pequeño –o gran– chasco. En lo que llevamos de año, esa dudosa distinción en mi ludoteca le ha correspondido a Victory in Europe, publicado por Columbia Games la pasada primavera y obra de Tom Dalgliesh y Ron Draker. Después de mucho tiempo siguiéndolo en la BGG y haciéndoseme la boca agua viendo sus imágenes, lo adquirí por fin al poco de que saliera pese a su alto precio (80 euros). Para entonces ya me había descargado y leído sus instrucciones y, aunque había intuido cierta complicación en las reglas, pensaba que, una vez con el juego desplegado, éstas se aclararían en grado sumo.

Primer turno de juego

Para los que no lo conozcan, diré que el juego reseñado reproduce toda la II Guerra Mundial en Europa, y tiene cabida para hasta 3 jugadores, llevando uno las potencias del Eje (Alemania e Italia), otro la Unión Soviética, y el último los aliados occidentales (Inglaterra, Francia y EE.UU.). Las tropas de tierra, unidades navales y aéreas vienen representadas con bloques, como es habitual en la empresa fabricante de Victory in Europe. Los bloques muestran la información pertinente de cada tropa (movimiento, combate, iniciativa…), pero permanecen normalmente puestos de pie de manera que sólo su propietario puede ver esta información, mientras que el enemigo sólo la conocerá cuando decida enfrentarse a los ejércitos oponentes. Los turnos se gestionan mediante cartas que nos permiten activar una serie de zonas y, además, jugar un posible evento. El juego tiene también una fase diplomática en la que podemos intentar que los países menores entren en guerra de nuestra parte mediante una tirada de dados, y otra fase económica en la que podemos construir o reparar bloques según las fábricas y recursos de que dispongamos.

Los bloques desbordan Centroeuropa. ¿Un mapa demasiado pequeño?

Hasta aquí, todo muy atractivo y en la línea habitual de Columbia. Ahora bien, lo primero que nos encontramos es con un mapa oval muy bonito, pero que resulta demasiado pequeño para albergar la cantidad de bloques que tiene del juego. En algunas regiones es imposible saber su contenido (tipo de terreno, ciudades, recursos) sin estar levantando constantemente las piezas que hay en ellas. Bien es verdad que existen bloques “resumen” etiquetados con letras para sustituir a todos los que hay en una zona y dejar estos al lado del tablero con otro bloque idéntico con la misma letra, pero aún con todo se me antojan insuficientes y no queda igual de atractivo tener a las propias unidades en el tablero que a estas piezas.

Orden de batalla de la URSS y de los países menores
La segunda y más importante pega que le pongo a Victory in Europe es que, aún con el juego desplegado y las reglas releídas varias veces, estas siguen siendo intrincadas e incompletas. Se hace enormemente complicado gestionar los diferentes niveles de movimiento y combate –tierra, aire y mar– y cuestiones como las condiciones de entrada en guerra de algunos países (como los inicialmente neutrales Italia, URSS y EE.UU.) o las normas que deben respetar mientras no son beligerantes (reglas que, lo admito, se dan también en otros juegos de similar ambientación). Al final, todo me resulta demasiado embrollo. Tras un intento de partida que no funcionó muy bien, Victory in Europe desapareció rápidamente de mi colección con gran dolor y desilusión por mi parte. Seguramente personas con mentes más ágiles que la mía y con mejor memoria podrán sacarle partido y disfrutarlo, pero no ha sido mi caso, y a estas alturas ya me he deshecho del juego.

No voy tampoco a ponerle calificación puesto que ni siquiera lo he jugado entero y no sería justo.

3 comentarios:

  1. No lo tengo muy claro en lo que al juego se refiere, pero los componentes son espectaculares. Gracias por la reseña.

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  2. Sí, de eso no hay duda. Pero una cosa son componentes y presentación en un juego, y otra es la jugabilidad y las mecánicas, y en eso para mí ViE falla. Pero, ya digo que quizá alguien más despierto que yo no lo vea así y logre disfrutar el juego.

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  3. Yo he reescrito el Reglamento; no te digo más. (Ejm la URSS no entra hasta 1941-4); salvo que sea invadida antes, y muchas cosas así. De otra forma se vuelve contradictorio

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