De vez en cuando sucede que un
juego que esperabas con muchas ganas e ilusión acaba, por una u otra razón,
convirtiéndose en un pequeño –o gran– chasco. En lo que llevamos de año, esa
dudosa distinción en mi ludoteca le ha correspondido a Victory in
Europe, publicado por Columbia Games la pasada primavera y obra de Tom
Dalgliesh y Ron Draker. Después de mucho tiempo siguiéndolo
en la BGG y haciéndoseme la boca agua viendo sus imágenes, lo adquirí por fin
al poco de que saliera pese a su alto precio (80 euros). Para entonces ya me
había descargado y leído sus instrucciones y, aunque había intuido cierta
complicación en las reglas, pensaba que, una vez con el juego desplegado, éstas
se aclararían en grado sumo.
Primer turno de juego |
Para los que no lo conozcan, diré
que el juego reseñado reproduce toda la II Guerra Mundial en Europa, y tiene
cabida para hasta 3 jugadores, llevando uno las potencias del Eje (Alemania e
Italia), otro la Unión Soviética, y el último los aliados occidentales
(Inglaterra, Francia y EE.UU.). Las tropas de tierra, unidades navales y aéreas
vienen representadas con bloques, como es habitual en la empresa fabricante de Victory in Europe. Los bloques muestran
la información pertinente de cada tropa (movimiento, combate, iniciativa…),
pero permanecen normalmente puestos de pie de manera que sólo su propietario
puede ver esta información, mientras que el enemigo sólo la conocerá cuando
decida enfrentarse a los ejércitos oponentes. Los turnos se gestionan mediante
cartas que nos permiten activar una serie de zonas y, además, jugar un posible
evento. El juego tiene también una fase diplomática en la que podemos intentar
que los países menores entren en guerra de nuestra parte mediante una tirada de
dados, y otra fase económica en la que podemos construir o reparar bloques
según las fábricas y recursos de que dispongamos.
Los bloques desbordan Centroeuropa. ¿Un mapa demasiado pequeño? |
Hasta aquí, todo muy atractivo y
en la línea habitual de Columbia. Ahora bien, lo primero que nos encontramos es
con un mapa oval muy bonito, pero que resulta demasiado pequeño para albergar
la cantidad de bloques que tiene del juego. En algunas regiones es imposible
saber su contenido (tipo de terreno, ciudades, recursos) sin estar levantando constantemente las
piezas que hay en ellas. Bien es verdad que existen bloques “resumen”
etiquetados con letras para sustituir a todos los que hay en una zona y dejar
estos al lado del tablero con otro bloque idéntico con la misma letra, pero aún
con todo se me antojan insuficientes y no queda igual de atractivo tener a las
propias unidades en el tablero que a estas piezas.
Orden de batalla de la URSS y de los países menores |
La segunda y más importante pega
que le pongo a Victory in Europe es
que, aún con el juego desplegado y las reglas releídas varias veces, estas
siguen siendo intrincadas e incompletas. Se hace enormemente complicado
gestionar los diferentes niveles de movimiento y combate –tierra, aire y mar– y
cuestiones como las condiciones de entrada en guerra de algunos países (como
los inicialmente neutrales Italia, URSS y EE.UU.) o las normas que deben
respetar mientras no son beligerantes (reglas que, lo admito, se dan también en
otros juegos de similar ambientación). Al final, todo me resulta demasiado
embrollo. Tras un intento de partida que no funcionó muy bien, Victory in Europe desapareció
rápidamente de mi colección con gran dolor y desilusión por mi parte.
Seguramente personas con mentes más ágiles que la mía y con mejor memoria
podrán sacarle partido y disfrutarlo, pero no ha sido mi caso, y a estas
alturas ya me he deshecho del juego.
No voy tampoco a ponerle calificación puesto que ni siquiera lo he jugado entero y no sería justo.
No lo tengo muy claro en lo que al juego se refiere, pero los componentes son espectaculares. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarSí, de eso no hay duda. Pero una cosa son componentes y presentación en un juego, y otra es la jugabilidad y las mecánicas, y en eso para mí ViE falla. Pero, ya digo que quizá alguien más despierto que yo no lo vea así y logre disfrutar el juego.
ResponderEliminarYo he reescrito el Reglamento; no te digo más. (Ejm la URSS no entra hasta 1941-4); salvo que sea invadida antes, y muchas cosas así. De otra forma se vuelve contradictorio
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