Juego de Victory Point
Games ofrecido dentro de una trilogía que también incluye los otros dos
famosos puentes de la fallida operación aliada Market-Garden: Arnhem y
Eindhoven. Los tres títulos comparten el mismo sistema que su diseñador, Paul
Koenig, ya presentara en otra trilogía para la misma empresa, la
centrada en el Día-D, y que ahora está expandiendo con otra nueva colección que
gira en torno a la Batalla de las Ardenas.
Estamos ante un wargame breve y
sencillo de alrededor de una hora de duración con la acción muy localizada,
lógicamente alrededor del puente que le da título, en el que los jugadores
activan sus unidades mediante el robo al azar de sus correspondientes cuarteles
del típico recipiente opaco, algo parecido a como se hace en la “serie Victory”
de MMP y en otros tantos juegso. Cuando se saca la ficha correspondiente, las
unidades de dicho cuartel pueden actuar.
Paul Koenig's
Market-Garden: Nijmegen Bridge presenta
algunas mecánicas bastante originales y atípicas dentro de esta modalidad de
juegos de estrategia, aunque su movimiento es el habitual por hexágonos y sus
fichas exhiben los también típicos factores de combate y movimiento. Por ejemplo,
no hay zona de control. Cuando una unidad tiene ocasión de actuar, puede optar
por tres posibilidades: mover –y dentro de este movimiento asaltar a una unidad
enemiga si lo desea, entrando en su mismo hexágono–, disparar a una unidad
adyacente a plena potencia sin mover, o realizar una acción combinada, en la
que puede mover hasta la mitad de su capacidad de movimiento y asaltar, pero
además también disparar durante el movimiento, de nuevo a mitad de su potencia
de fuego.
Otra peculiaridad del terreno y
el movimiento de Nijmegen es que
nunca puede haber más de dos fichas en un hexágono en ningún momento,
incluyendo amigas y enemigas (en un asalto), una característica que condiciona
aún más el peculiar sistema de movimiento del juego.
La acción del juego está muy focalizada en la ciudad y los puentes |
También muy curioso es el sistema
de daño: el atacante debe de sacar su factor de combate o menos con un dado
para afectar a la unidad enemiga, naturalmente aplicando posibles modificadores
por terreno, apoyo de artillería/aviación y otros factores. Si acierta, le hará
un punto de daño a su oponente (y, si saca justo su factor de combate, también lo
recibirá él). Cada unidad tiene tres puntos de “vida”, por lo que no mueren
necesariamente cuando son impactadas (aunque con dos puntos de daño, su factor
de combate se ve reducido).
El asalto es algo diferente, ya
que, por ejemplo, no se tiene en cuenta el terreno, y el defensor tiene ocasión
de tirar el dado antes que el atacante, comenzando así un intercambio de
ataques hasta que una ficha se retira o muere. Es una opción bastante
peligrosa, pero muy adecuada para el jugador aliado, que debe intentar tomar
uno de los dos puentes principales de la ciudad a lo largo de diez turnos. Al final de la partida, no sólo puntúan éstos, sino todos los hexágonos con borde naranja, así como las fichas enemigas eliminadas (en el caso del alemán) y las propias conservadas.
Hay unas pocas reglas opcionales
que vale la pena incluir en las partidas, dada la brevedad del reglamento
básico, entre ellas la de la ficha de Liderazgo, una especie de comodín que
permite al jugador que lo gana elegir durante su turno entre una serie de
opciones como activar automáticamente un cuartel, combinar unidades de dos de
ellos o incluso recuperar una ficha eliminada.
Ejemplos de fichas (Fotografía de R. Rodríguez) |
Pese a todos estos novedosos o
menos típicos elementos y mecánicas, Nijmengen´s
Bridge no ha conseguido engancharme, en parte por su brevedad, mayormente
por lo estático que resulta pues, como ya he adelantado casi toda la acción se
reduce a una pequeña parte del mapa en la que alemanes y aliados se enfrenta y luchan
por la posesión de los puentes que dominan el río Waal. La presentación tampoco
ayuda, aunque esto para mí es secundario porque ya asumo y entiendo que Victory
Point Games es una empresa pequeña, muy artesanal, a cuyos productos no se les
puede exigir un acabado profesional. De hecho, el mapa y las fichas de Nijmegen están cortadas por láser, lo
que ocasiona que sus bordes aparezcan ligeramente quemados. Un detalle
simpatiquísimo a este respecto es una servilleta de papel incluida en la caja
que VPG proporciona ¡para limpiar el reborde de las fichas una vez
destroqueladas! En cualquier caso, este trabajo de Paul Koenig ya ha abandonado
mi ludoteca. El espacio escasea y los fondos aún más, así que continúo con mi
política de ir deshaciéndome de aquellos juegos que me llaman menos o tengo muy
jugados para poder adquirir otros nuevos.
Una pena que no te halla gustado,
ResponderEliminarA mi es una serie (tanto esta como las demás de Paul Koenig en VPG) que me parece una maravilla porque son wargames sencillos pero tienen su chicha.
Tiene tambien el 6º Panzer Army en Bulge, que es un poco más grande, si puedes echale un vistazo.
Y si vieras los componentes en juegos anteriores de VPG, los de ahora los vería con mucho mejor ojo, seguro.
Un saludo.
Principalmente me echa atrás la duración, me parece demasiado corto, y también lo estático del escenario.
ResponderEliminarPor cierto, sí que he visto y tengo juegos anteriores de VPG, por ejemplo me gusta la serie "Napoleonic 20", de la que reseñé el "Albion"...