Hace ya bastantes años que algunas de las más
populares marcas de wargames –como puedan ser GMT o MMP– disponen del “programa
P500”
en sus webs. Bajo este curioso nombre que parece algún secreto militar se
esconde una propuesta tan sencilla como esta: los fabricantes ofrecen sus
creaciones por adelantado a los clientes explicándolas en sus páginas de
internet, adelantando el aspecto de elementos y componentes, a veces el
reglamento, y otros detalles. Junto a estos se da un precio normalmente más bajo del que
será el definitivo y se abre un plazo (definido o indefinido) para aceptar
pedidos –o prepedidos- para el juego propuesto. Los jugadores interesados
pueden solicitarlo desde la web de la empresa, dejando su dirección y una
tarjeta de crédito. Si se alcanza el número de pedidos estimado para que el
juego pueda imprimirse y publicarse –que normalmente es el de esas 500 unidades
que dan nombre al programa, pero a veces puede ser más–, se cobra el importe a
todos los que se inscribieron en el prepedido, se fabrica y se les envía.
¿Qué ventaja tiene pedir un juego en P500?
Normalmente, como ya se ha dicho, que a los suscriptores de esta opción se les
ofrece un precio más barato. En el caso de vivir en otro país que no sea el del
fabricante, los cuantiosos gastos de envío pueden hacer que normalmente el
precio final al que sale un juego sea más o menos el mismo que el que nos va a
costar si esperamos y lo compramos directamente en “casa”. Hay otro “bonus” por
participar en los programas P500, pero es únicamente “sentimental”: el saber que
estamos contribuyendo a que este nuestro ya marginado, minoritario y maltrecho
hobby siga adelante.
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En P500. ¿Podré reseñarlos pronto? |
Hasta ahora he sido bastante reticente a
participar en P500, primero porque, como ya he explicado, no se obtiene ninguna
ventaja económica si se pide al extranjero –que es invariablemente mi caso–;
después porque algunos títulos pueden estar en P500 literalmente años, algo que
desespera bastante y que a veces hace que acabes perdiendo el interés por esos
juegos. Además, dado mi inestable estado laboral y monetario, me resulta
bastante complicado comprometerme a comprar algo a tan largo plazo, porque yo
no sé si de aquí uno o dos años, cuando salga el juego X en el que estaba
interesado, podré adquirirlo en el momento o tendré que esperar. En ciertas circunstancias,
que de repente te carguen la tarjeta de crédito con cualquier gasto puede ser
bastante doloroso. También es verdad que las páginas P500 de los fabricantes de
juegos se actualizan constantemente y siempre estás al tanto de cuántas
personas se han apuntado al prepedido e incluso puedes anularlo en cualquier
momento si dejas de estar interesado.
Hoy por primera vez me he decidido a
participar en un P500, concretamente de tres juegos de la empresa MMP. Se trata
de tres títulos que llevo mucho tiempo esperando y que tengo muchas ganas de
ver, así que me he animado a hacer el esfuerzo de pagar más por ellos a ver si
así se adelanta su impresión y por fin puedo disfrutarlos. Además, Multi-Man
Publishing es una casa que me gusta mucho y quiero echarles una mano en la
medida de lo posible. Los títulos a los que me he apuntado son Warriors of
Japan (el precursor de Warriors
of God, véase mi reseña)
y un bundle (lote) que incluye tanto Storm Over
Normandy como Storm Over Dien Bien Phu, ambos continuadores
de la serie que originó Storm Over
Stalingrad, que me encantó y que reseñé en los comienzos de este blog (aquí).
La cantidad necesaria para que se editen estos juegos es de 560 para Warriors (lleva ya 412 prepedidos) y de
520 para el lote “Storm”, del que se han solicitado hasta el momento 297.
Parece que va a haber que esperar aún hasta el 2014 y, si todo va bien, veremos
los tres juegos publicados en ese próximo año (¡espero que no a la vez:
demasiado gasto!).
Hoy en día están triunfando también nuevas variantes o alternativas al P500 como el crowdfunding,
y da la impresión de que el futuro del hobby del juego de tablero –no sólo en
su variante bélica– va a ir por este tipo de métodos y líneas. Las empresas y
diseñadores particulares quieren asegurarse –lógicamente– de que sus costosas
inversiones van a poder recuperarse y de que sus productos van a encontrar un
mercado viable, y la coyuntura económica mundial no está para que nadie
arriesgue importantes cantidades de dinero en proyectos que no van a funcionar.
De hecho, las plataformas de financiación se están utilizando en muchos otros
campos como el cine y la música, y en general en ideas creativas que sistemáticamente
son ignoradas por la mayoría de gobiernos y autoridades que prefieren
despilfarrar el dinero de los contribuyentes en quimeras y fantasmadas como Olimpiadas
y similares…
Enlaces de interés:
Es una pena las preordenes en MMP, pues sus constes de envío hacen que el juego te salga casi al mismo precio que si lo compras en una tienda española. No pasa lo mismo con GMT, que hace sus envío a un precio mucho más económico, de tal forma que sí que sale a cuenta preordenar (y eso sin contarlas ofertas que hace en noviembre si has preordenado). El auténtico problema de preordenar terminan siendo los oficiales de aduanas, que pueden hacerte pagar un pastón (sobre un 20% de lo preordenado) de tal forma que pierdes todo lo ahorrado. Suerte con tus pedidos y espero leer tus comentarios en tu blog.
ResponderEliminarSí, está claro que no obtienes ninguna ventaja económica. También es cierto que GMT es una empresa más potente que MMP y posiblemente puede ofrecer mayores ventajas.
ResponderEliminarAl final, como digo en el artículo, la compensación es colaborar en el mantenimiento del hobby y ver por fin publicados juegos que nos apetecen mucho....
Yo no tenía ni idea de esto de los 500 prepedidos. Está bastante bien para mi gusto. De esta forma puedes trastear el juego antes de que salga oficialmente, en plan "maqueta" jeje.
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