Título: Konigsberg: The Soviet Attack on
East Prussia, 1945
Año: 2018
Autor: Stefan Ekström
Diseño
gráfico: Joe Youst
Editor: Revolution Games
Duración aprox.: 10 horas
Jugadores: 2
Dificultad: 2/5
Dependencia del idioma: Baja (reglamento y
tablas)
La primera versión de este juego
(Königsberg '45) apareció en 2011 de
la mano de la empresa de sus diseñadores, la sueca Three Crowns Games.
Posteriormente fue anunciada su reedición por parte de MMP, estuvo varios años
esperando a logar 560 pre-pedidos (el estándar en la casa estadounidense) y,
cuando por fin llegó a dicha cantidad, la editora anunció que no lo produciría,
algo que nos sorprendió a todos los que lo estábamos siguiendo y esperando.
Afortunadamente, Revolution Games se hizo cargo de inmediato del
proyecto, anunció que serían ellos quienes lo publicarían en formato ziplock en
cuestión de un año, y cumplieron su palabra fielmente: el pasado abril ya
estaba en los hogares de los compradores con su nuevo título, Konigsberg:
The Soviet Attack on East Prussia, 1945.
Despliegue inicial |
De esta batalla que personalmente
no conocía –y que tuvo lugar en Prusia a principios de 1945, cuando el ejército
alemán se estaba replegando y la “apisonadora” rusa le seguía barriéndolo sin
piedad– me llamó la atención sus comparaciones con dos títulos que me gustan
bastante, también de MMP: A Victory Lost y A Victory Denied. De hecho,
Konigsberg usa el mismo sistema de esos dos wargames, en el que los jugadores
extraen fichas de un recipiente, activando la división o grupo correspondiente
o ejecutando el evento robado, y es cierto que se parece bastante y que
mantiene también un reglamento y un tipo de juego sencillo pero emocionante.
Hay, no obstante, una diferencia importante entre este nuevo juego y sus predecesores:
mientras que en aquellos elegíamos –dentro de la cantidad límite dictada por el
turno– las divisiones que podríamos activar en cada turno, aquí no lo hacemos
así, y siempre van todas las disponibles al recipiente, lo que causa una mayor
aleatoriedad en las activaciones, que no podemos prever (hay más de treinta
fichas posibles, además de los eventos). En el caso del jugador alemán, que
sólo puede usar unas pocas divisiones por turno, esto puede llegar a ser
bastante angustioso.
Esta variante de la activación de
divisiones tiene su lado bueno y su lado malo, depende de cómo se quiera mirar.
Por un lado, no tenemos que devanarnos los sesos para ver qué unidades
preferimos activar en cada turno, ya que no tendremos opción en ello. Por otro,
esto puede significar tener agrupaciones totalmente inútiles e inactivas
durante turnos. En este sentido, Konigsberg
tiene su lado divertido, pero que también puede echar atrás a los que prefieran
una estrategia más urdida y compacta y un mayor control sobre su ejército.
2º Frente Bielorruso (mediados de partida) |
Por lo demás, este wargame
mantiene un nivel de dificultad bajo y respeta casi todos los estándares de los
juegos de este tipo con hexágonos. Hay que indicar que el terreno es bastante
dificultoso y presenta muchos elementos diferentes, al contrario que los dos Victory comentados, en los que
prácticamente sólo inciden los ríos y las ciudades. Aquí nos encontraremos con
distintos tipos de poblaciones, fortificaciones, líneas defensivas, pantanos,
bosques… lo cual modifica bastante el combate y el movimiento, como es de
suponer.
Como ya he adelantado, en el recipiente
también pueden aparecer algunos eventos aleatorios, lo que para mí da color al
juego y algo de variedad. Los contrincantes también cuentan con elementos como
el apoyo aéreo y el bombardeo artillero.
3º Frente Bielorruso (este), despliegue inicial |
El alemán deberá defender las ciudades a toda costa (Fotografía de Enrique Blasco) |
Como valoración final, decir de
este que es un wargame sencillo, barato, relativamente fácil (aunque puede ser
un poco farragoso para principiantes) y que ofrece esa arma de doble filo que
es el no poder elegir las divisiones a activar cada turno. Si tengo que elegir,
creo que prefiero los dos Victory,
pero aun así, este Konigsberg me
parece también un producto muy digno.
Las 14 ciudades (señaladas con fichas rojas) son el objetivo de las tropas rusas. |
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