viernes, 5 de abril de 2013

Alea Iacta Est

Alea iacta est… “La suerte está echada”, o “el dado ha sido lanzado”, legendaria frase atribuida al no menos mítico Julio César que viene que ni pintada para aplicar al mundo de los juegos, en donde la suerte y los dados son un elemento habitual y casi inevitable. Eso debieron pensar Jeffrey D. Allers y Bernd Eisenstein cuando la escogieron como título para su obra de 2009 publicada por Alea/Ravensburger en alemán y por Rio Grande Games en su edición en inglés.

Se trata de un sencillito juego de una hora aproximada de duración que vuelve a ambientarse, cómo no, en la recurrida Antigua Roma y en el que los dados tienen un importantísimo papel: a cada uno de los 5 posibles jugadores se le proporcionarán ocho de aquéllos, por lo que en una partida podrán juntarse nada menos que hasta cuarenta de estos cubos típicos de los juegos de azar.

Los jugadores ya han colocado sus dados en los edificios y se mira quién se llevará cada cosa.

Alea Iacta Est no presenta un tablero propiamente, sino más bien una serie de piezas grandes de cartón que representan cada una un edificio típico de la Roma imperial: el Cuartel, el Senado, el Templo y el Foro. La partida consta de 6 rondas, en cada una de las cuales los jugadores alternan turnos y lanzan dados, pudiendo adjudicar la cantidad de ellos que les parezca oportuna a un edificio cada vez, siguiendo ciertas pautas. Cuando acaba cada ronda, los jugadores reciben recompensas de cada edificio en función de la posición en la que hayan quedado en él, lo cual deciden, claro está, los dados que hayan situado en estas losetas y su importancia, que difiere según una u otra.

Así, sólo podremos situar dados en el Cuartel si son iguales (por ejemplo, tres “4”), y quedará en primer lugar al final de la ronda el jugador que haya puesto la mayor cantidad de dados con el número más alto, es decir: cuatro dados de “5” ganarán a tres dados de “5” o a cuatro dados de “3”. Los jugadores colocan grupos o secuencias de dados, con la particularidad de que no puede repetirse una secuencia ya colocada por otro jugador. Por ejemplo, si un jugador colocó cuatro dados de “3”, ningún otro podrá colocar esa misma cantidad. Sí podría, por ejemplo, colocar tres dados de “3” o dos dados de “3”, pero nunca la misma secuencia que otra que ya esté colocada. También será posible ampliar una secuencia propia que ya tuviéramos durante un turno posterior (tenemos tres dados de “3” y decidimos añadir uno nuevo del mismo resultado, p.e.). Cuando acabe la ronda, cada jugador podrá tener una o varias secuencias de dados en mismo sitio según el edificio.

En el edificio del Senado, lo que valdrán serán secuencias de dados con números seguidos, por ejemplo, un jugador podrá colocar un “2”, “3” y “4”. En el Templo valdrá cualquier número de dados y cualquier resultado, pero prevalecerá la secuencia que sume más en total. En el Foro, por último, sólo podemos colocar un dado cada vez en una de sus casillas, excepto si tenemos dos dados que sumen cinco, que pueden colocarse simultáneamente. Otros dados que ya estuviesen podrán ser desplazados al quinto edificio del juego: ¡las Letrinas! Aunque nuestros dados en ellas no nos servirán para la ronda actual, para la próxima nos otorgarán fichas que nos permitirán repetir tiradas, y también pueden sumar puntos de victoria al final de la partida.

Zona de jugador al final de la partida con las losetas y fichas que acumuló durante el juego

El objeto de destacar con nuestros dados en cada edificio es lógicamente poder optar a la mayor variedad de beneficios que otorgan cada uno. En realidad, casi todos los jugadores que coloquen dados en los edificios recibirán estos premios, pero se elegirán en el orden en que se quedó en cada uno según las secuencias que hemos visto. Todas estas recompensas serán, por supuesto, decisivas al final de la partida, a la hora de calcular los habituales puntos de victoria. Por ejemplo, el Cuartel nos permitirá elegir provincias (Germania, Hispania, Tracia…), cada una con un determinado valor; el Senado nos dará cartas que nos permitirán ganar puntos de victoria extra obteniendo determinadas combinaciones y requisitos, el Foro nos concederá patricios que podrán adjudicarse a las provincias correspondientes para conseguir más puntuación, y el Templo nos dará directamente puntos de victoria.

Alcanzado el final de determinada ronda (5ª-6ª, dependiendo del número de participantes), cada jugador suma sus puntos y los compara con los demás, y se decide el ganador. Como ya adelantaba, un filler graciosete y fácil de aprender. Yo personalmente no considero los fillers juegos “serios”, pero cumplen su función y creo que deben tener su espacio en toda ludoteca para esos momentos sueltos que quedan tras un juego más largo o para ratos perdidos, y este Alea Iacta Est me parece una buena opción para estas ocasiones.

(Fotografías de Enrique Blasco)

2 comentarios:

  1. Éste lo tengo en el punto de mira desde que salió, pero no había leído muy buenas críticas y nunca me había terminado de lanzar a la aventura.

    Lo pongo otra vez en lista, y si lo veo baratuno...

    Odio leer reseñas ;(

    :P

    Un saludo!

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  2. Es un filler: no se le puede pedir mucho...

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