Siempre he sido un tanto reacio a
los proyectos crowfunding de juegos
de mesa y, hasta el momento, todo lo más había llegado a apuntarme a algún P500
de MMP, pero nunca había dado el paso de adelantar una cantidad de dinero
importante para algo que va a tardar un año o más en aparecer. ¿Mis razones
para esta reticencia? Por supuesto, principalmente la económica: mis ingresos
son tan escasos que para mí es un lujo invertirlos en este tipo de campañas tan
a largo plazo, y que además no siempre son seguras y parecen un tanto en el
aire. Lo poco que tengo prefiero gastarlo en productos más inmediatos. La
segunda razón, y no menos importante, es que la mayoría de crowdfunding que veo suelen ser en torno a juegos de fantasía y
ciencia ficción, repletos de figuritas de plástico, muy llamativos y coloridos y
a menudo exageradamente sobreproducidos de los que se sabe poco o nada de su
funcionamiento y de sus reglas y que, incluso aun cuando se conocen, se me
antojan iniciativas bastante ingenuas y ambiciosas, con poca “chicha” real tras tanto
aparato y que, resumiendo, no me llaman la atención.
Pero, por fin, este pasado mes de
noviembre, ha aparecido en la plataforma Kickstarter un juego que ha hecho que
termine con esta abstinencia, y no es otro que Race to Moscow de
Phalanx, la secuela de Race to the Rhine, uno de los juegos
que más he disfrutado en estos últimos años. Si el nuevo trabajo de Waldek
Gumienny se parece al anterior, estoy seguro de que me va a entusiasmar y de
que va a justificar esta inversión por adelantado y el año de espera hasta su
publicación.
Para hacer más goloso este
prelanzamiento, sus fabricantes han añadido, cómo no, toda una serie de
miniaturas de plástico que sustituyen a las de la madera del juego precursor,
pero para mí todos estos complementos son innecesarios. Y, hasta que se cierre el crowdfunding el próximo día 11 de
diciembre, están apareciendo nuevos stretch goals con variantes del juego,
mejora de componentes, etc.
De momento no se ha anunciado la
versión en castellano de Race to Moscow,
pero parece muy probable que Másqueoca, que en su momento tradujo Race to the Rhine, se haga cargo de ella. En cualquier caso, el idioma inglés no supone problemas para un
servidor, así que el juego será bienvenido en cualquiera de las dos lenguas.
Por supuesto, habrá que esperar a octubre de 2020…
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