sábado, 5 de mayo de 2012

Waterloo

Phalanx Games es una editora holandesa (con filiales en Alemania y Polonia) que hace algunos años publicó bastantes wargames en una línea original y con una estética muy reconocible. Posteriormente parece haberse centrado más en juegos tipo eurogames, y en los años más recientes no se sabe demasiado de ella. De hecho, muchos de sus títulos de hace sobre una década pueden encontrarse ahora saldados en muchas tiendas. Personalmente tengo o he tenido de esta casa Revolution, Nero, The First World War, The Age of Napoleon y este Waterloo de Alexander S. Berg que paso a reseñar. Se trata de la enésima versión en tablero de esta famosa batalla que acabó con el imperio de Napoleón, uno de los personajes más recurrentes en el mundo del wargame. Me gusta por su sencillez, por el curioso sistema de movimiento por cuadrados en lugar de los más habituales hexágonos, y por la siempre cuidada presentación de Phalanx, en caja grande, con mapa y fichas de calidad y agradables ilustraciones.

Despliegue inicial. El terreno, dividido en cuadrados, es bastante atípico en los wargames
Las cartas vuelven a ser una vez más el motor de Waterloo, pudiéndose usar estas bien sea para mover, bien sea en combate, o bien sea para acciones especiales como disparos artilleros, reagrupación, cargas de caballería, etc. Los jugadores alternan el uso de cinco cartas de entre todas las que tienen disponibles (15 para el francés, 12 para Inglaterra y sus aliados), hasta que ambos se quedan sin ninguna, momento en el que se procede al siguiente turno. Al final de siete de éstos, se evalúa la batalla y se calculan los puntos de victoria, que otorgan tanto las fichas enemigas destruidas como la ocupación de castillos y pueblos estratégicos.

Si una carta se gasta para mover unidades, el jugador propietario reparte los puntos como quiera entre las fichas que aún no hayan movido en la actual ronda. El encaramiento es importante, y se señala en las fichas con una flecha. Cambiarlo también cuesta puntos de movimiento. Aparte de esto, no nos encontramos con los habituales cambios de formación más complicados y típicos de otros juegos napoleónicos. El terreno, como es habitual, también dificulta el movimiento, obligando a los jugadores a pagar más puntos para atravesar bosques, colinas, edificaciones, arroyos…

El uso de una carta, ya sea para movimiento o por su acción especial, permite al jugador iniciar una batalla en cualquier lugar del tablero. Esto se hace, naturalmente, entre fichas adyacentes ortogonalmente, debiendo el atacante tener las suyas encaradas correctamente hacia el objetivo enemigo. Básicamente se suman los puntos de fuerza de las fichas de cada bando, y se comparan para ver cuál es el ganador, por supuesto, el que tenga un total mayor de estos puntos. Atacar a una unidad por su flanco o retaguardia dobla o triplica la fuerza de una ficha, como también lo hacen las cargas de caballería. El defensor, claro está, también obtiene beneficios por el terreno en el que defiende. Finalmente, ambos jugadores podrán añadir al total de sus puntos los de una carta de su mano. Ni qué decir tiene que el uso de uno u otro apartado de una carta –movimiento, combate o acción especial– es exclusivo, y el jugador debe decidir de qué manera le conviene más usarla.

Los marcadores grises indican que la ficha ya ha movido
Una curiosa particularidad de este juego es la posibilidad de que participe un número de jugadores tan inusual como tres. Esto es así porque, a partir de su segundo turno, y de una manera gradual, comienzan a llegar las fichas de una tercera potencia, Prusia. Aunque su ejército es mucho más modesto y menos numeroso que el de Inglaterra y sus aliados, su participación es decisiva en la partida, y sus tropas pueden ser gestionadas por el mismo jugador que lleva a la anterior nación o, como se ha dicho, por un tercero.

Y, para acabar, pues remitirme a lo que ya he adelantado: sencillo, barato y bonito. No será el wargame más apasionante, complejo o riguroso que exista sobre la batalla, pero puede servir para que alguien se inicie en esta variante de los juegos de estrategia o para ya iniciados que no quieran complicarse demasiado o deseen acabar la partida en una tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario