Vikings es un juego que me descubrió mi
amigo Quique B. y que, aunque no tengo en mi colección personal, me gusta mucho
y espero adquirir algún día. Apareció primero en alemán en 2007 de la mano de Hans im Glück y posteriormente en inglés por
cortesía de Rio Grande Games. Su autor es Michael Kiesling y sus ilustradores Harald Lieske y Michael Menzel. A decir verdad, es
posible que la temática “vikinga” esté un poco pillada por los pelos –como
tantas otras veces– y que su mecánica relativamente abstracta podría aplicarse
a cualquier otra ambientación. En cualquier caso, me parece un juego muy
divertido, con un amplio abanico de opciones estratégicas para vencer en él.
El juego consta de seis turnos, y cada uno de
ellos comienza situando en el tablero principal, alrededor de una pieza móvil
redonda semejante a un reloj o a una ruleta, 12 losetas de isla (o barco) en otros tantos
espacios de dicha pieza. Sobre cada una de las losetas se colocan, también
extraídos al azar, pero siguiendo un orden determinado según su color, otros
tantos peones que representan diferentes tipos de vikingos (pescadores,
herreros, guerreros…). En otra zona de este tablero también se ubican 4
losetas especiales si se juega con esta opción.
A continuación, en orden, cada jugador escoge
una isla y la figura que tiene encima. Según su posición, las islas tienen un
valor que va de 1 a 11 monedas. Hay una pieza que es gratuita, pero sólo se
puede escoger si un jugador no tiene dinero o si la figura que hay en esa
posición es la última de su color. En este caso, la pieza circular rueda
hasta llegar a la siguiente figura, abaratándose así los costes de todas las
islas restantes. Si un jugador escoge la isla más cara, puede elegir una de las
losetas especiales disponibles, que le otorgará una serie de beneficios al
final de un turno o de la partida.
El siguiente paso es colocar la isla en el
“tablero” personal del jugador: en realidad, una especie de “L” invertida en la
que, siguiendo ciertas pautas, se pueden ir colocando las islas y las figuras.
Esta zona dispone de seis filas, en cada una de las cuales se puede emplazar un
tipo/color diferente de figura (también se pueden dejar “en tierra”, en reserva
para ser colocadas después). La primera línea se deja para barcos enemigos, los
cuales amenazan a las islas que tienen bajo ellos hasta el color que se
corresponde con sus velas: si estos barcos no son bloqueados con guerreros, nos
impedirán usar algunas o todas las figuras de vikingos bajo ellos y nos quitarán puntos de victoria o dinero. A veces, un jugador no tendrá más remedio que coger uno de ellas del tablero principal, o incluso puede llegar a convenirle según el peón que tengan encima.
Cuando ya no quedan figuras que escoger,
acaba el turno. En los turnos impares, los jugadores sólo cobran en función de
sus peones amarillos y algunas losetas especiales. En los turnos pares, los
jugadores puntúan por sus peones y también tienen la posibilidad de trasladar
figuras que dejaran en el continente a espacios vacíos de islas. Esto lo pueden
hacer por medio de las figuras
grises (barqueros) y también con losetas
especiales. Llegado el sexto y último turno, se puntúa también por una serie de
ventajas como tener más islas que los demás jugadores, tener la isla más
grande, etc. Como siempre, aquel participante que tenga más puntos de victoria
es el ganador.
Simple y rápido de explicar pero, como ya he
adelantado, con un montón de variables y posibilidades para que el jugador
escoja una u otra isla, sitúe las figuras en uno u otro sitio, se gaste más
dinero para conseguir una loseta especial, o incluso escoja voluntariamente un
barco enemigo en función de la estrategia que quiere seguir. Además, muy
agradable a la vista y al tacto. La única pega que le puedo poner es que no
se extienda un poquito más (un tópico en mí), pero entiendo que esta duración es más o
menos la adecuada para un juego de sus características.
(Fotografías de Quique B.)
(Fotografías de Quique B.)
Muy muy interesante !! Si señor !! Gracias por el descubrimiento ;-)
ResponderEliminarJuegazo! Eso sí, a 2 y a 3; a 4 no hay quien controle eso minimamente. E incluso a 3 hay que jugarlo con jugadores de nivel similar, porque un gambazo de uno puede beneficiar muchísimo al que va detrás.
ResponderEliminarAún así, ya digo, juegazo! A los malacitanos nos gusta mucho.
Un saludo!
Hmmm... Pues yo soy de esos a los que les gusta jugar con mucha gente. Tampoco me parece tan radical esa cuestión o la del nivel...
ResponderEliminarYo a 4 la verdad es que este me niego a jugarlo, teniendo en cuenta que tenemos otros 200 juegos para elegir si somos 4 ;P
ResponderEliminarUn saludo!