sábado, 26 de mayo de 2012

Colonial

Colonial: Europe's Empires Overseas era el juego que más esperaba de la pasada feria de Essen. Empecé a ver fotos suyas, conocí su ambientación, me bajé sus reglas… todo parecía indicar que iba a ser uno de esos multi-players históricos que tanto me gustan, tan poco abundan hoy en día y tanto echo de menos. Tenía cabida para 6 jugadores, prometía 2 horas de partida (que aún me parecen justitas) y me recordaba a unos de mis grandes títulos favoritos de los últimos años: Struggle of Empires. Ni por un momento dudé en pagar su elevado precio con los gastos de envío desde el extranjero. Sin embargo, tras unas pocas partidas, acabé descubriendo una de las grandes decepciones del 2011. En el momento de escribir esta reseña –que he demorado bastante tiempo para intentar redactar una valoración lo más justa posible del juego– ya me he deshecho de él.

Planteamiento y tablero
Este primer trabajo del suizo Christophe Pont publicado por Stratagem Ltd. nos traslada, evidentemente, a la época colonial: desde el descubrimiento de América hasta casi la Revolución Industrial. Los jugadores representan a grandes potencias mundiales que buscan expandir sus imperios y dominar por igual tierras, mares y mercados, si es necesario, incluso por la fuerza. Esto se refleja en el juego por medio de un Tablero de Nación del que disponen todos los jugadores, y en el que gestionan sus flotas, armadas y riquezas, y de un juego de 6 Cartas de Personajes que nos permitirán realizar una variedad de acciones. El bonito mapamundi nos muestra las zonas explorables o colonizables, la dificultad en hacerlo, la hostilidad de sus habitantes y los principales productos que ofrecen. Además, hay espacios para el Mercado, los Préstamos, y los niveles de los jugadores en Economía, Navegación, Logística, Armada y Diplomacia.


El turno y las Cartas de Personaje
El núcleo principal del turno se centra en el uso de las ya anticipadas cartas de personaje: los jugadores seleccionan 4 de ellas cada uno y las ponen, bocabajo, en el orden en que desean usarlas. A continuación, comenzando por el jugador inicial, y de manera alternativa hasta que todos hayan usado sus personajes, se juegan las cartas. Cada una tiene dos posibles opciones, y el propietario puede decidir cuál de ellas usar cuando le llegue su turno, no es necesario hacerlo por anticipado. Así, el Explorador nos permitirá alcanzar nuevos territorios, el Conquistador fundar colonias, el Mercader y el Comerciante sacar provecho de los recursos de éstas, el Científico avanzar en las categorías antes expuestas, el Soberano iniciar guerras contras los oponentes, etc, etc.

Cuando todo el mundo ha jugado los personajes elegidos, pueden todavía usar un quinto de entre las cartas sobrantes. La partida transcurre de esta manera hasta que un jugador obtiene los 12 puntos de prestigio que son el requisito para ganar, y que se logran principalmente por explorar, pero también de otras maneras.

Una curiosidad del juego es que todo se representa con sencillas fichas redondas de madera: si las ponemos en el espacio del Tesoro de nuestro tablero personal, serán dinero, si las ponemos en el de la Armada, serán barcos, si se ponen en algún país del tablero, serán colonos… Por supuesto, la presencia de una cantidad mayor de estas fichas en los territorios conquistados es determinante para decidir quién saca provecho de sus recursos, puede fundar ciudades en él e incluso, en un momento dado, tiene la exclusiva de su expolio. Para intentar fastidiar las zonas del oponente, el jugador tiene la carta del Rebelde.

Las Cartas de Personaje
Y, sin embargo…
Visto así, expuesto someramente el transcurso de la partida y la rutina general, podría parecer que Colonial las tiene todas consigo para ser un juego entretenido y cautivador, pero en mi caso, en el caso de todas las personas que juegan conmigo –y tenemos criterios bastante distintos unas de otras– fue todo un chasco. Voy a intentar resumir el porqué, aunque ya adelanté algo en el pasado artículo de enero Batallas pacíficas: simplemente, muchas de las opciones y posibilidades del juego no llegan a usarse; no tiene sentido o apenas hay ocasión de hacerlo. Por ejemplo, en la mayoría de nuestras partidas, la gente optaba por la faceta comercial del juego dedicándose a usar la combinación de las cartas del Mercader y el Comerciante continuamente y consiguiendo así por lo general alzarse con la victoria. Se evitaba el conflicto directo con otros jugadores puesto que el juego permite esta posibilidad tan poco realista, lo que hace prácticamente inútil las opciones de la Guerra, el ataque de los piratas y la carta de Rebelde, componentes que pocas veces o nunca se usaron en las partidas que jugamos. Otros personajes como el Misionero se antojaban semi-inútiles la mayoría de las veces. Para más inri, las partidas jamás llegaron a las dos horas prometidas, todo lo más hora y media o poco más, y eso que intentamos variantes que supuestamente las hacían más largas y las mejoraban.

Como ya dije en la mencionada entrada, que un juego tenga todos estos huecos y faltas es para mí señal de un diseño erróneo y/o de un mal o precipitado playtesting, cosa que no puedo comprender habiendo tantos jugadores en el mundo como hay dispuestos a ayudar en esta fase del desarrollo de un producto. Nos hallamos ante títulos cuyo potencial no se ha sabido desarrollar al 100% y, por desgracia, me he encontrado con más de uno en los últimos años. Parece que existe tanta ansiedad por parte de productores y consumidores por lanzar/comprar sus creaciones, que salen a medio acabar, lo que obliga luego a reediciones revisadas, interminables FAQs, etc.

Sintiéndolo mucho, y desde la perspectiva más respetuosa posible para su creador, este va  a ser uno de los poquísimos títulos que voy a calificar como “Malo” por las razones expuestas. Es un juego inacabado, y espero que algún día se le dé ese repaso que tanto necesita y acabe siendo el producto que parecía ser, y que yo creo que puede ser con el detenimiento y estudio adecuados.

2 comentarios:

  1. Vaya, pues lo tiene un compañero y tenía ganas de probarlo, pero con tus comentarios la verdad que ya me echas para atrás.

    Que se quede en hora y media la verdad que no me importa, pero las demás cosillas que comentas... repelús.

    Un saludo!

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  2. Lethan, se trata sólo de mi opinión personal. Hay gente a la que parece gustarle y lo pone muy bien en la BGG, algo que no logro entender. Pruébalo y ya me dices ;)

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