Ambientándose en el siempre evocador mundo de
las 7 Maravillas de la Antigüedad –y tomando el nombre de ellas– aparece en
2010 7 Wonders, firmado por Antoine Bauza y publicado por la belga Repos Productions (Asmodee
en su versión en español). Se trata de un juego de cartas en el que pueden
participar nada menos que hasta 7 jugadores, partiendo cada uno con un pequeño tablero
que representa, por supuesto, a una de las Maravillas.
La partida se divide en 3 épocas, a cada una
de las cuales le corresponde un mazo diferente de cartas. De este mazo, y al
principio de cada época, los participantes reciben siete cartas y, a partir de
aquí, se inicia un circuito de “drafting” entre los jugadores en el que estos
toman una carta de su mazo que puedan jugar en su tablero (es posible tener que
pagar materiales o dinero por ella) y pasan entonces el resto de cartas al
jugador de su izquierda (épocas I y III) o de su derecha (época II). Las cartas
que vamos obteniendo las vamos colocando alrededor de nuestro tablero o junto a
este, dependiendo de cuáles sean y del espacio disponible. También es posible
“vender” (descartar) cartas del mazo a la banca por dinero en lugar de usarlas. Se juega un total de 6 rondas
por época (la séptima carta se descarta), puntuándose al final de cada una de
ellas y pasando a la siguiente, excepto en la tercera, que señala el final del
juego. Como siempre, gana el jugador que tenga más puntos de victoria, aquí
representados por fichas.
Por supuesto, la riqueza y versatilidad de 7 Wonders radica en la variedad de
opciones a elegir según las cartas que recopile en su zona cada jugador.
Dependiendo de la estrategia de cada uno, cada participante intentará o bien
centrarse en unos cuantos tipos de cartas, o bien en tener un poco de todo.
Entre las cartas que encontramos en el juego,
las más esenciales son quizá las de materias primas, que nos permitirán acceder
a muchos de los otros tipos de cartas. También es posible comprar materiales a
nuestros vecinos inmediatos (jugadores a izquierda y derecha). Otros tipos de
cartas que encontramos son productos manufacturados, gremios, diversos tipos de
edificios (comerciales, científicos y civiles) y, por supuesto, las de
ejército, que van a tener un importante papel en el final de cada época, pues
en este momento se comparan las que tenemos en esta modalidad con las de los
jugadores inmediatos (de nuevo izquierda y derecha) y, de disponer de menos
puntos de ataque que ellos, sufriremos daño en forma de puntos negativos y
nuestros rivales ganarán la misma cantidad pero positiva (y viceversa).
Algunos de los tableros de Maravillas |
A lo largo de la partida tenemos la opción
–pero no la obligación– de construir las tres etapas de nuestra maravilla, lo
que se hace pagando los recursos, monedas o requisitos que se nos pide en la
ilustración y sacrificando una carta cualquiera bocabajo junto a la parte
inferior de nuestro tablero. Construir cada una de estas fases nos dará
importantes ventaja en la forma de puntos de victoria, dinero, etc, variando
los premios según la maravilla.
Aunque en un primer momento 7 Wonders me llamó mucho la atención por
su ambientación y por su atractiva presentación (las ilustraciones son obra de Miguel Coimbra), en cuanto noté que su duración
rondaba una mísera media hora rápidamente descarté su adquisición.
Posteriormente he jugado algunas partidas con amigos y creo que hice bien en no
comprarlo, ya que, además de esa traba que para mí es importante, no me acaban
de convencer sus mecánicas –me parece una variante de los building card games, que no me gustan, y las comparaciones con el Dominion o el Race for the Galaxy tampoco ayudan en mi caso– y me da la impresión
de que no hay demasiada interacción entre los jugadores y de que cada uno se limita a
centrarse en su tablero y no se preocupa demasiado por ver qué hacen los demás
excepto quizás para comprobar sus recursos y su poder militar. Con muchos
jugadores, se vuelve todavía más caótico y menos “sociable”, así que lo
considero un juego más bien fallido en ese aspecto y con poco aliciente, aunque
sé que tiene muchos fans y un montón de expansiones.
Ejemplos de cartas |
Personalmente he tenido la ocasión de probarlo y no me decepcionó, la verdad, aunque sí comparto contigo el hecho de que tiene poca interacción con el resto de jugadores y que las partidas duran bastante poco sabiendo jugar. No obstante, si lo compras con mucha gente, al menos compensas lo que es duración/precio, ya que es caro para lo que tiene, a mí parecer.
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