Sin lugar a dudas, uno de los juegos de
tablero más conocidos del siglo XX. Incluso las personas que no son
especialmente aficionadas a nuestro fabuloso hobby lo han jugado alguna vez o,
al menos, han oído hablar de él o lo han visto. Apareció por primera vez nada menos que en 1947
y fue concebido por el holandés Jacques Johan
Mogendorff, quien se inspiró claramente en otro título de principios de
siglo, L’Attaque, de 1909. Si nos
ponemos concienzudos y queremos encontrarle un origen, hasta podríamos afirmar
que Stratego, y también su predecesor, son una
especie de variante moderna del ajedrez.
El tablero de Statego es bien sencillo, y representa un campo
de batalla dividido en 92 casillas cuadradas. Cada una de las diez filas
que compone el mapa está a su vez dividida en otras tantas casillas, a
excepción de las dos filas centrales, que contienen dos lagos que ocupan el
espacio de 2x2 casillas y que constituyen la única “rareza” del tablero, ya que
son la única parte de éste en la que no se puede jugar.
Las fichas de la versión estándar vienen
representadas en forma de simpáticas torres de
plástico, rojas para un bando y azules para el otro, aunque en otras
variantes este componente puede cambiar de forma y presentación (por ejemplo,
una pieza plana vertical que se apoya en una especie de “pies”). La fachada de
cada torre está aplanada y lleva una ilustración. Por supuesto, todas estas
piezas, 40 por bando, constituyen el ejército de cada uno de los dos
contrincantes de la partida. Dicho ejército está dividido en categorías o
jerarquías militares, que van desde el Mariscal,
la pieza más poderosa y alta en el escalafón, hasta el Explorador,
la más débil de nuestras tropas. Además, tenemos fichas especiales que
representan objetos inmóviles: las Bombas, y
la esencial Bandera, objetivo de nuestro
rival. De cada uno de nuestros soldados no hay el mismo número de fichas: hay 1
solo Mariscal y 1 solo General, mientras que tenemos, por ejemplo, 8
Exploradores, 4 Capitanes o 4 Sargentos, entre otros.
Debemos proteger nuestra bandera |
Antes des comenzar la partida, cada jugador
desplega sus fichas en su mitad del tablero, quedando sólo vacías las dos filas
de los lagos, que viene a ser como una tierra de nadie que queda entre los dos
ejércitos contendientes. Naturalmente, desplegamos con la parte ilustrada de
las torres mirando hacia nosotros: el rival no sabe qué ficha tenemos en cada
casilla hasta que se enfrenta a ella moviendo una de sus torres a una casilla
adyacente.
Tanto el ataque como el movimiento se hacen
en ortogonal, y normalmente no se puede
mover más de una casilla por turno. Los jugadores alternan movimientos (una
ficha cada vez) y, cuando están junto a una ficha rival, pueden atacarla,
obligando al oponente a revelar qué es. En un combate, la ficha de mayor
categoría elimina a la de inferior, y dos fichas de igual categoría se eliminan
mutuamente. Este es básicamente el funcionamiento de Stratego, juego cuyo objetivo, como se ha dicho, es eliminar la
Bandera de nuestra rival (lo que puede hacer cualquier ficha), mientas
salvaguardamos la nuestra propia.
Los lagos centrales son la única parte intransitable del tablero |
Hasta aquí, el juego sería demasiado sencillo
de reglas, pero hay, por supuesto, fichas con habilidades especiales, que es lo
que siempre hace interesante una partida. Así, el Espía,
la ficha más baja de todo el ejército, puede, sin embargo, eliminar al
mismísimo Mariscal si lo encuentra y le ataca (no en caso contrario). Las Bombas
eliminan a cualquier ficha enemiga a excepción del Zapador,
que puede destruirlas sin perecer en ello. El Explorador puede desplazarse
tantas casillas como quiera en un solo movimiento mientas no se tope con otra
ficha amiga o enemiga.
Un Capitán y un Sargento se internan en la zona enemiga |
El Stratego
básico se ambienta en las Guerras Napoleónicas,
pero hay un sinfín de variantes que lo trasladan a mundos de fantasía o
futuristas y con tropas de franquicias tan populares como Star Wars, El Señor de los
Anillos o los superhéroes Marvel. Incluso existe un Stratego para cuatro jugadores.
Personalmente encuentro este juego demasiado
simple y repetitivo y, puestos a elegir juegos de estrategia, creo que el
nutrido grupo de los wargames propone muchas alternativas más cuidadas e
interesantes que él. No obstante, también pienso que este juego ya tradicional
tiene mucho encanto y que es casi obligatorio tenerlo en toda ludoteca que se
precie… ¡Incluso aunque apenas se juegue a él, como es mi caso!
Algunas de las muchísimas variantes de este clásico del tablero |
Fue mi primer juego de mesa. Con él me inicié. Me trae muchos recuerdos. Tras él, pasé a los platos fuertes, como Juego de Tronos.
ResponderEliminarYo creo que mi primer juego de estrategia fue el "Risk"...
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