Mencionaba en mi anterior reseña este juego
y, aprovechando que se lo regalé a mi hermana y que tengo fácil acceso a él,
voy a incluirlo también en el blog inmediatamente tras su antecesor y fuente
original pues, tal y como reza su título, es exactamente eso: una versión de
bolsillo de Mr. Jack, más pequeña,
con diferentes elementos, pero con idéntico espíritu y similares mecánicas.
Aparecía en 2010, siendo sus autores y
editora los mismos: Bruno
Cathala/Ludovic Maublanc y Hurrican, respectivamente. También en edición
multilingüe, la única diferencia con el original es que el ilustrador es esta
vez Jean-Marie
Minguez, cuyo
estilo tengo que admitir que prefiero al de Pierô.
La idea y propósito del juego sigue
prácticamente igual que en su antecesor: estamos en el barrio londinense de
Whitechapel, un jugador es Jack el Destripador, y el otro el detective, y ambos
disponen de 8 horas/turnos para cumplir su propósito: escapar en el caso del
asesino, dar con éste en el caso de su rival.
Ejemplo de disposición inicial del juego |
Como en Mr.
Jack, el jugador que hace de Destripador coge en secreto una de las cartas de sospechoso que se corresponden con los 9
personajes, la mira, y la guarda en secreto: ese será el infame asesino/a de
Whitechapel, objetivo de los detectives. El resto de cartas se dejan también en
un mazo bocabajo. De nuevo, como en el otro juego, los jugadores estructuran
sus turnos en torno a 4 acciones en cada uno, que se reparten como se hacía en
aquel: turnos impares, 1 acción el investigador, 2 Jack, 1 el detective; turnos
impares, se invierte el reparto de acciones. Cuando acaba el turno, se retira
la ficha redonda que lo señala, yendo a parar a uno de los dos jugadores según
veremos.
Cartas de sospechoso y fichas de acción |
Una vez más remitiéndonos al juego del que
parte este Mr. Jack Pocket, al acabar
de realizarse las 4 acciones del cada turno, el investigador preguntará a su
oponente si está visible. Lo estará si
cualquiera de las tres fichas del exterior del distrito lo tiene a la vista, es
decir, si puede trazar una línea desde su posición hasta la ficha del
Destripador a lo largo de varias losetas de calles
conectadas, sin ningún muro que la bloquee. De esta manera, se van descartando
los personajes que no se corresponden a la búsqueda, dándosele la vuelta a su
loseta, que muestra la calle vacía. Por lo tanto, el propósito de uno y otro
jugador será principalmente reconfigurar la
estructura y reparto de las piezas de calle para facilitar su trabajo
(detectives) o dificultar el del otro (Jack).
Si, con este método, el trío detectivesco
logra reducir las posibilidades a un solo y evidente
sospechoso, habrá ganado. Eso si su rival no se le ha adelantado y ha
conseguido seis relojes de arena, los cuales
puede obtener, como ya se ha adelantado, por medio de cartas de sospechoso que
consiga mediante la acción oportuna, y que pueden valer de 0 a 2 relojes, o
ganando fichas de turno cada vez que éste acabe y su personaje no sea visible
para el otro jugador. Por supuesto, el Destripador también gana si se acaba la
partida y no ha sido descubierto…
Como veis, pues, y no es ninguna sorpresa, Mr. Jack Pocket es eso: una versión reducida
y más corta de Mr. Jack.
Personalmente no logra satisfacerme un juego de tan reducida duración
(alrededor de un cuarto de hora), y prefiero claramente el original. La edición
de bolsillo sólo la veo adecuada para llevársela de viaje, acampada o algo así…
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