En Colosseum,
publicado por la norteamericana Days of Wonder
en 2007 y por Edge Entertainment en su
inmediata edición española, los autores Wolfgang
Kramer y Markus Lübke nos proponen
meternos en la piel de empresarios circenses de la Antigua Roma e intentar
organizar los espectáculos más populares, vistosos y aclamados. En cada uno de los cinco turnos que dura el juego, elegiremos un Programa de Espectáculo (es posible repetirlos) e
intentaremos reunir todos los Elementos necesarios para llevarlo a cabo:
actores, músicos, gladiadores, animales, decorados… La finalidad de cada turno
es precisamente representar este espectáculo, lo cual se puede hacer incluso si
nos faltan algunos de los elementos necesarios, aunque consiguiendo una menor
puntuación. Al final de la partida, gana aquel jugador que más
puntos (espectadores) haya logrado para su circo.
Durante la partida, iremos ampliando y mejorando nuestro circo |
-En primer lugar, podemos ampliar o modificar
nuestro circo con objeto de dar cabida a más espectadores o incluso a invitados
especiales. En este momento, también se pueden comprar abonos de temporada (que
proporcionan una bonificación a la puntuación final del espectáculo) o nuevos
espectáculos. Hay espectáculos de varios tamaños, necesitando los más grandes
mayor cantidad y variedad de elementos para ser llevados a cabo, pero
otorgando, claro está, una puntuación proporcional a su dificultad.
-En una segunda fase, los jugadores pujarán
–si así lo desean– por los mercados que hay en el centro del tablero. Cada uno
de ellos proporciona tres elementos que se han distribuido al azar, y cada
jugador sólo puede ganar uno de ellos en cada turno.
-En la Fase 3, los jugadores comerciarán y
cambiarán entre sí elementos de espectáculo con objeto de reunir el surtido que
cada uno de ellos necesita para su respectivo programa.
-La siguiente fase, la cuarta, es el
espectáculo en sí propiamente, pero, antes de sorprender al público de Roma con
sus montajes escénicos, los jugadores tendrán la oportunidad de mover a ciertos
personajes ilustres que pululan por las casillas de tablero en forma de 6
simpáticos peones: se trata de políticos de prestigio y autoridades como
senadores, cónsules y hasta el mismísimo Emperador, a los cuales, por medio de
una tirada de dados, intentaremos atraer a nuestro circo. Si esto no es
posible, cabe también la opción de conseguir una Medalla con ciertos
bonificadores o de, al menos, consolarse alejando estos peones de los circos
rivales.
Llegado este momento (quinta y última fase), el jugador puntúa por
su espectáculo la cantidad especificada en el Programa. Como se ha dicho, es
posible realizarlo sin la totalidad de elementos de espectáculo necesarios,
pero obteniendo una menor puntuación. Otros factores pueden proporcionar puntos
extra: programas producidos en otros turnos, abonos de temporada, personajes o
animales “estrellas”, los ya comentados peones de personalidades, y otra serie
de bonificaciones. Curiosamente, en Colosseum
solamente marcaremos nuestro progreso en el contador de puntos si superamos la
puntuación anterior: por ejemplo, si teníamos 32 puntos y ahora obtenemos 48,
no sumamos la última cifra a la anterior, si no que trasladamos la ficha que
señala nuestra puntuación directamente a la casilla 48 del contador. Además de
estos puntos, recibiremos también dinero por nuestro espectáculo y, si se ha
obtenido la puntuación más alta del jugador, otra bonificación especial.
A este jugador todavía le faltan elementos para completar su programa (arriba) |
Algunos de los cuidadísimos componentes del juego |
Nosotros lo probamos en el festival de Córdoba y compartimos tus sensaciones: es precioso, pero es demasiado largo para el poco juego que es.
ResponderEliminarGracias por tu blog, me lo apunto para seguirlo :)
¡Gracias a ti por tu interés!
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